Un temeroso Deportivo Táchira quedó sin “gas” y se acerca al precipicio

Aspectos generales del encuentro correspondiente a la novena jornada del torneo Clausura 2017 del Futbol Profesional Venezolano, entre los equipos Deportivo Tachira FC Vs Monagas SC, realizado en el estadio Polideportivo de Pueblo Nuevo en San Cristobal Estado Táchira en Venezuela, el 10 de septiembre de 2017 (Gennaro Pascale Caicedo / Prensa Deportivo Tachira)

 

SAN CRISTÓBAL. Los pocos aficionados que aún siguen acompañando al Deportivo Táchira en “Pueblo Nuevo” volvieron a mirar con estupor como el equipo tropezó con la misma piedra, una y otra vez, producto de su apático arranque para terminar claudicando y salir de la zona “octogonal” gracias a su poca efectividad en ataque, a la parsimonia de los defensores que se combinó con las buenas atajadas de Alain Baroja y una dosis de mala fortuna.

Si bien es cierto, que se erró una pena máxima que pudo servir para llegar a la igualdad, cuando el partido estaba 0-1, cuando Víctor Aquino la pegó en el travesaño, y que la referí principal y su asistente de primera línea se equivocaron al parar una jugada por un supuesto fuera de lugar que no existió cuando ya Aquino se disponía batir al arquero visitante y que pudo cambiar la historia del juego, eso no borra el mal juego y su descalabro.

Un equipo que arranca jugando mal, que de entrada va con un solo jugador en punta y dos volantes de marca, o siente mucho temor del rival, o no quiere salir a buscar el partido cuando su necesidad y condición de local se lo exige; el planteamiento rácano, donde apenas el joven Sosa era el que trataba de desequilibrar, le permitió al Monagas adelantar líneas, cortando los circuitos en el medio, marcar a Aquino sin problemas y poner en aprietos a Contreras.

Solo después del minuto 20 el equipo empezó a mejorar, aunque tampoco hacia méritos para ganar, y  las fallas defensivas empezaron a llegar lo que aprovechó bien la visita para marcar el gol por medio de un defensor, luego de un tiro de esquina, donde los defensores marcaron mal, permitiendo que les cabecearán dentro del área y el argentino Trejo fusiló luego al arquero local a quemarropa al minuto 34. Los primeros 45 minutos se fueron con un Táchira que se quedó sin respuesta para intentar nivelar.

En la segunda parte, llegaron algunos movimientos, incluso Escobar terminó jugando con tres defensores, lo que fue aprovechado por el rival para asestar un golpe seco en una corrida por la banda derecha, que terminó en un centro a ras de piso para la llegada de Antonio Blondell que puso el lapidario 0-2.

Táchira si bien es cierto que atacó, no tuvo el tino suficiente, como con un centro dilapidado por Pérez Greco, a quien ya le habían anulado un gol por fuera de juego. Sosa hizo el descuento con un golazo en su estilo, en un tiro libre de frente que dejó parado a Baroja y demostrándole al técnico Escobar que es él y no Aquino el que debe cobrar todos los tiros libres. Pudo Táchira llegar al empate, en otras acciones que sacó Baroja, como una internada en el área de Aquino que sacó in extremis.

Aunque el técnico Escobar no lo quiera reconocer, la crisis tocó a la puerta del aurinegro. Los aficionados no acompañan por ese fútbol raquítico y sin sustancia que se está desplegando, con jugadores que tienen la brújula perdida y se contagian de la anemia de gol de Greco y Aquino, porque ni Darwin Gómez, Joel Infante ni Corona, son solución. Si todos pusieran el mismo empeño y ganas del mundialista Sosa, otra fuera la historia, pero no hay gol, ni victorias, menos con una zona defensiva tan permeable como la actual, que en tres partidos se han “comido” seis goles.

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