Miguel Moreno, taxista, invitó a las autoridades del Táchira a pasar la cuarentena en su casa, donde no tiene agua, electricidad, gas, ni comida
Taxistas del estado Táchira solicitan al gabinete de combustible en la entidad que les permitan surtir gasolina, pues desde hace más de dos meses que inició la cuarentena por coronavirus no han tenido acceso al combustible, lo que les impide trabajar o movilizarse ante cualquier emergencia.
El presidente del Sindicato de Taxistas, Cristóbal Carvajal, acompañado de taxistas en sillas de ruedas, enyesados, en muletas y padres de familia que solicitan la oportunidad de generar ingresos para llevar a sus hogares, manifestó que la situación es grave debido a que tiene 70 días sin laborar.
“A nosotros no se nos ha tomado en cuenta para poder subsistir, este gremio vive del día a día, tenemos pacientes enfermos, tenemos personas que no tienen ya que comer, ni siquiera para un caso de emergencia una persona puede trasladar a un enfermo. Queremos hacer un llamado al protector, a la diputada Nellyver Lugo, al diputado Aleta del Consejo Legislativo para que se tome en cuenta esta situación. Estamos solicitando que se de combustible al menos para poder trabajar mediodía, o que el Estado haga un verdadero estudio donde llega un subsidio a las familias para poder subsistir”, manifestó.
Miguel Moreno, taxista, invitó a las autoridades del Táchira a pasar la cuarentena en su casa, donde no tiene agua, electricidad, gas, ni comida. “Como estoy yo están los demás compañeros del gremio de taxistas, no tenemos qué comer, no tenemos gasolina, no sé cómo llega gasolina a las bombas internacionales como la de El Carmen. Llega gasolina para todas las estaciones de servicio y el gremio de taxistas nos sentimos discriminados”, acotó.
Druan Triana sufrió un accidente laboral el domingo 24 de mayo en la ciudad de Rubio, municipio Junín de la frontera tachirense, que le generó una fractura en el dedo de la mano izquierda y requirió operación. “En el momento que me operaron y tenía que volver a mi casa, no tenía cómo trasladarme. Me trasladé hasta la estación de servicio y la ciudadana que estaba allí me dijo que las personas que serían atendidas eran las que llevaban con estrictas emergencias, que tenía que llevar las tripas por fuera prácticamente para poder surtir”, relató.
Gonzalo Díaz sufre de hiperplasia prostática, la semana pasada tardó 14 horas para surtir 10 litros de gasolina, y esta semana fue, pero les negaron a los pacientes crónicos la posibilidad.
María Cecilia Mora es esposa de taxista. Su hija padece Parkinson, requiere de medicamentos y asistencia médica, pero se les dificulta salir porque tienen casi tres meses sin acceso a combustible. “En estos días mi esposo se cayó, se fracturó la columna y no podía caminar. Tuvimos que hacer maravillas para poder sacarlos de la casa. Estamos exigiendo que nos ayuden con el combustible, si les dieron gasolina a las busetas para que trabajen ¿por qué no les dan combustible a los taxistas también? Dentro de las busetas va más gente que dentro del taxi.