Hace meses incendiaron el cerro por el que se sube a pie al sector Valeralta, se pensaba que eran caminantes o senderistas irresponsables, luego se supo que eran habitantes de lugares cercanos con fines de siembra; lo que puso en peligro toda la montaña, pero gracias a la lluvia el incendio se extinguió.
Desde hace días se está viendo deforestación de la capa vegetal en el cerro detrás y adyacente al sector Pueblo Nuevo, carretera trasandina, relativamente cerca del cementerio del centro poblado, y también —y es lo alarmante— se ven talados viejos pinos que hace varias décadas sembró CONARE.
Estos delitos ambientales deben ser castigados como precedente de respeto hacia la ecología de La Puerta y sus caseríos. Aún no se sabe si en esta ocasión, aparte de las ideas agrícolas, existan deseos de establecer ranchos montaña arriba, como en efecto se ve que ha incrementado su número.
Esta área ha sido años anteriores víctima de incendios ocasionados por transeúntes que iban a El Llanito y por algunos vecinos del sector.
Insisto en que la comunidad puertense debe organizarse de algún modo en sus fuerzas vivas, porque hasta donde se ve hay mucho abandono que incrementa las acciones de anarquía y depredación contra los valores de la localidad.
No sabemos qué hacen los consejos comunales, o si estos entes efectivamente existen, porque brillan por su ausencia. Y por esta razón peligran las montañas, las nacientes, las zonas protectoras, los terrenos municipales que se los están apropiando con fines comerciales privados pese a que La Puerta necesita obras de interés social y turístico.
Un llamado a la policía, que hace un trabajo sin transporte, igual a la Guardia Nacional, a la prefectura, a la parroquia eclesial, a la comunitaria 102.9 FM, para que en conjunto con la Comunidad podamos evitar estos desafueros lamentables.
Luis A. Villarreal P.
Promotor del Plan de Ordenación del Territorio del Valle del Momboy.