Taiwán y su compromiso en la construcción de un mundo mejor

El pasado jueves 05 de octubre Taiwan (República de China) celebró 75 años de relaciones diplomáticas con el Vaticano en la Universidad Urbaniana de Roma. Un evento de gran relevancia si consideramos que la Santa Sede es el único país en Europa que reconoce a Taiwán como Estado independiente. Ocasión propicia en la que Mons. Paul R. Gallagher, Ministro de Relaciones Exteriores del Vaticano, reiteró su compromiso con Taiwán, a pesar de las presiones que desde hace años ejerce el gobierno comunista de la República Popular China para garantizar su aislamiento.

Entre las injusticias de la ONU

Taiwán se encuentra entre las 20 economías más importantes del mundo, por su alto volumen de intercambio comercial y por su alto nivel de tecnología. En América Latina cuenta con 11 embajadas, 2 consulados generales y 6 oficinas de representación, que promueven relaciones en todos los campos.

Vale acotar que a estas fructíferas relaciones diplomáticas hay que sumarle las importantes inversiones en programas de cooperación para el desarrollo en agricultura, en la pequeña y mediana empresa, en la salud, en la formación profesional, en la tutela ambiental y en los intercambios universitarios, académicos y científicos. “Estamos comprometidos a continuar nuestra interacción y cooperación con nuestros amigos y socios, así como con el mantenimiento de la paz, la seguridad y la prosperidad globales mediante una colaboración mutuamente beneficiosa”, afirmó el canciller David Tawei Lee, en su carta sobre la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Pero increíblemente ni Taiwán ni sus 23 millones de habitantes existen para la Organización de Naciones Unidas, que proclama la universalidad de los derechos humanos. “Taiwán puede hacer mucho para ayudar al mundo a construir un futuro más sostenible. El pueblo de Taiwán necesita de la comunidad internacional para apoyar nuestras aspiraciones y nuestro derecho a un trato justo por parte de la ONU. Por lo menos, que dejen de cerrarnos las puertas”, concluyó.

No es una casualidad que hace diez años el presidente Hugo Chávez cerró la embajada de Taiwan en Caracas. Hoy Venezuela transita el camino del comunismo y su principal socio comercial es la República Popular China.


¿Por qué el aislamiento de Taiwan?

Para entender la situación de China y Taiwán, hay que remontarse a la guerra entre el entonces gobernante Partido Nacionalista Chino y el Partido Comunista de Mao. Desde el triunfo de la Revolución maoísta en el año 1949, que obligó al líder nacionalista Chiang Kai-shek a trasladar su gobierno a la isla de Taiwán, la mayoría de las naciones occidentales habían considerado Taiwán como el gobierno legítimo de China. Hasta 1971, cuando la ONU pasó a reconocer al gobierno comunista como la autoridad legítima de una única China.

 

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