Luzfrandy Contreras/DLA.- Un grupo de personas aguardaban este miércoles 23 de junio a las afueras de la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (CANTV) para presentar un reclamo ante irregularidades en el servicio de telefonía e internet. Aseguran que a pesar de encontrarse desde tempranas horas de la mañana de este miércoles, aún siendo las 10 de la mañana se mantenían a la espera de su atención.
Sharol Morales, asegura haber llegado a las 6am para realizar su reclamo, tiene 5 meses sin internet y sin teléfono, a pesar de llegar a esa hora, afirma que un funcionario de la empresa la exhortó a «madrugar más», el cansancio consume su estadía «me duelen hasta las piernas de esperar», indicó.
Según relatan los usuarios, el proceso de atención les ha parecido lento, cada cierto tiempo salen a recolectar las cédulas de quienes se mantienen en la espera con las esperanzas de ser atendidos en esta sede ubicada en La Concordia. Algunos usuarios manifiestan que no es la primera vez que acuden a formalizar el reclamo, en ocasiones anteriores les dicen que la comisión estará por su sector en los próximos días, los ciudadanos esperan la llegada de estos camiones y cuando se acercan a ellos se niegan a prestar el servicio, así lo relató para Diario Los Andes la señora María Teresa, habitante de la prolongación de la Unidad Vecinal en San Cristóbal, «ellos nos dicen que para eso están los camiones, de CANTV y uno les dice: <<por favor señor mi teléfono se quedó sin línea ya me dieron el papelito para que me lo arregle>> y dicen no estamos trabajando, no estoy de servicio, ¡ah pero dele 100 mil pesos pa’ que vea que ahí si le arreglan el teléfono!, yo estoy desde noviembre mi mamá (en el barrio 23 de enero) está desde hace 3 años sin teléfono».
Igilio Aguilar, otro usuario proveniente de la Unidad Vecinal, afirma que el servicio en el sector es inestable, «tenemos 4 meses viniendo, yo vivo en la Unidad Vecinal, desde hace 4 meses no tenemos internet y cuando hay va y viene son más las veces que se va que lo que hay», afirma que de igual forma cancela el servicio de comunicación, para que no les sea suspendida la línea, su cuota mensual es de 22 millones de bolívares y hace el «sacrificio» como trabajador jubilado de conseguir el dinero para su cancelación.
Otra de las irregularidades que se denuncian es la restricción del servicio y el cambio de línea generado, Cecilia Ramírez, residente del Barrio Monseñor Ramírez en San Cristóbal, afirma que su número telefónico le fue otorgado a otro cliente, y ella espera recuperarlo. «Hace dos años nos quitaron la línea y la tiene otra señora como a 20 cuadras, reclamé y reclamé pero nada».
Cecilia tiene año y medio tratando de solucionar este altercado y la respuesta recibida fue que se comunicara con nueva dueña de la línea.
También se conoció que habitantes de la calle Altamira en La Ermita, al igual que residentes cercanos al Parque San Miguel, en la parte baja de San Cristóbal, no poseen el servicio de comunicaciones en Internet desde hace dos meses, y a pesar de reportarse la denuncia a través de Internet no han agilizado el reporte.
Al momento de realizar las entrevistas con los ciudadanos afectados, un trabajador de la empresa fotografió a los comunicadores sociales que nos encontrábamos en el lugar, usuarios mostraron su rechazo y entre tanto decidieron agilizar la atención de los mismos.
«Tienen que venir los medios hasta aquí para que ellos presten un buen servicio, deberían de organizarse y estar atentos a los reclamos que se hacen porque no es mentiras que los camiones salen a la calle y exigen, si uno les quiere dar una colaboración se les da, pero ellos exigen una cantidad de pesos para solucionar el problema y así no se debe trabajar», aclaró Alexis Chacón, habitante de La Laguna en el municipio Guásimos.