Tan sólo ocho horas de electricidad tienen los habitantes del municipio Libertador del estado Táchira, lo que los ha afectado no sólo económicamente por su producción cárnica, lechera y de pescado, sino también sus actividades diarias, que incluyen el sueño y el descanso, pues por las altas temperaturas de la zona que superan los 40º centígrados la vida se les ha complicado.
El presidente del Concejo Municipal del municipio Libertador, Yeinson Cabrera, relató al Diario de Los Andes este martes 17 de octubre que los apagones constantes han afectado el funcionamiento de los centros de salud, pues no cuentan con planta eléctrica, igual que los centros educativos, que, aunque están operativos sólo dos días a la semana, ven afectada la dinámica con los niños, niñas y adolescentes por la oscuridad en las aulas.
“Vemos que los niños llegan dormidos a las instituciones porque no hay el descanso. El municipio Libertador es una zona prácticamente llanera, somos el suroeste andino. Vemos con preocupación que en el municipio Libertador hay dos presas, la San Agatón y La Vueltosa, y básicamente un pueblo que luchó, construyó, aportó mano de obra para que esos embalses existieran, no está recibiendo beneficio de la generación que hay allá”.
Precisó que cuando las turbinas están trabajando se generan 250 megavatios, los cuales no quedan en esta localidad andina. “Supuestamente van distribuidos a varios sectores del eje andino, incluyendo Apure, y el municipio Libertador es el menos beneficiado”, dijo.
El presidente del Concejo Municipal de Libertador especificó que durante el día les racionan cuatro horas de electricidad continúas, llega dos horas, se vuelve a ir tres o cuatro horas, teniendo en realidad escaso tiempo continuo de energía eléctrica para las actividades de crecimiento económico.
“Usted ve en el pueblo de Abejales los hospitales sin un servicio eléctrico, ni una planta eléctrica que le permita buen funcionamiento para que los pacientes puedan tener comodidad. Allá todo el mundo padece por igual, las condiciones de vida son desmejorables. Una persona necesita descansar unas ocho horas para que su mente esté fortalecida, y ahora estamos durmiendo tres o cuatro horas en las noches, porque llegan los apagones y con el tema de los zancudos, porque no hay fumigación, y el calor, conlleva a que la población tenga que salir de sus casas”, explicó.
En el caso de las carnicerías, indicó que en Abejales hay más de 15 en el pueblo, pero como las ventas han caído y ante los apagones, pierden la carne. “No tienen para comprar una planta que cuesta más de 600 dólares. Les toca o fiar la mercancía o perderla, igual pasa con el que vende pollo, pescado o carnicería. Ya en vez de seres humanos vamos a pasar a ser zombies. Nada así avanza”.
Le preocupa a Guzmán que ante esta situación la respuesta del gobernador del estado, Freddy Bernal, sea que no hay recursos para solventar el tema eléctrico por el bloque económico. “¿Qué hacemos nosotros si en un pasado atrás se cancelaba el servicio privado y era óptimo, pero hoy día es un cáncer que ha avanzado demasiado y ese tratamiento que es altamente costoso para atacarlo, no podemos cubrirlo? La pregunta es ¿vamos a esperar un apagón total? O vamos a ir tomando correcciones. Si se necesita que se cancele como debe ser el servicio público, hay que hacerlo, pero hay que dar soluciones con esos recursos”, propuso el concejal Yeinson Guzmán.
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