El contrabando de papa y otras verduras y hortalizas de Colombia hacia Venezuela se mantiene, según aseguran productores de la zona de montaña del estado Táchira, quienes manifestaron al Diario de Los Andes su descontento porque con la apertura de la frontera con el vecino país se ha incentivado una competencia desleal.
Según Gerson Pabón, presidente de la Asociación de Productores de Papa del estado Táchira y director General de Fedeagro, la apertura de la frontera no le ha beneficiado en nada a los productores agropecuarios porque siguen entrando productos por las trochas, comida y hortalizas que los venezolanos están produciendo con sacrificio.
Destaca que es muy poco el comerciante que está pagando los impuestos que le impone Colombia, o que llega con la permisología correspondiente, y que pasa por las alcabalas o por el control fitosanitario que debe mantener el Ministerio de Agricultura y Tierras en la frontera.
Pabón denuncia que en el municipio Rafael Urdaneta se emiten las guías de movilización de los rubros que pasan con contrabando hacia La Grita, El Cobre y el resto del país. “No creo que existan la cantidad de hectáreas sembradas en Delicias en este momento para justificar la cantidad de papa que está saliendo con guías de movilización de Insai a los páramos con papa colombiana, cebolla, tomate”.
Destaca que en localidades como La Fría, municipio García de Hevia, han visto descargar contenedores con tomate o con huevos, cuando son rubros que se producen en las montañas del Táchira.
“Da tristeza que nosotros veamos en La Fría conteiner autorizados por el gobierno, porque son unas gandolas de lujo con tremendos conteiner, bajando tomate en plena vía pública y despachándole a los amigos transportistas, a los mismos ferieros, que se crearon como una necesidad para que no compren productos colombianos”, denuncia.
El Presidente de la Asociación de Productores de Papa recuerda que, durante la campaña a la Gobernación del Táchira en 2021, hubo un foro con productores de toda la región andina, en el que estuvo el Ministro de Agricultura y Tierras, donde hicieron un compromiso de palabra de que no iban a entrar productos que se produzcan en Venezuela, pero no se cumplió.
“Hoy en día tenemos la producción de azúcar, te estoy hablando como dirigente de Fedeagro, donde los productores con sacrificio volvieron a seguir sembrando azúcar para mantener las fincas, los centrales, y el gobierno está importando azúcar, cuando hay producción nacional que cubre la demanda nacional”.
Precisa el productor del municipio Jáuregui del estado Táchira, que los agricultores colombianos tienen apoyo del gobierno de su país para poder llevar adelante los sembradíos y por lo tanto venden a bajos costos, situación con la que actualmente no pueden competir los venezolanos.
“Tema papa, uno de los principales que se cultiva en la zona. Para nosotros cultivar una hectárea de papa nos cuesta casi 10.000 dólares. Nosotros deberíamos estar vendiendo papa entre 40 y 45 dólares el saco. De Colombia para acá cuando hay producción nos traen la papa más económica. En Colombia los agricultores tienen un subsidio para poder producir. El gobierno les surte una parte de lo que van a gastar en la cosecha, aparte de que Colombia tiene semillas de papa genéticamente muy nuevas, que los altos rendimientos cubren los costos que tienen los colombianos”, explica.
Pabón manifiesta que en Venezuela los costos de producción son inestables porque los productos de siembra varían de precio a diario. “Los costos de producción van variando todos los días y cada semana, porque no hay una economía estable, y por eso el costo de la papa es un poco más elevado, y en todos los rubros cebolla, tomate, pimentón, repollo”.
“La vista gorda”
Gerson Pabón denuncia que a las 3 y 4 de la mañana por los puestos de la Guardia Nacional pasan camiones cargados de papa, pollo, huevos, hortalizas y nadie dice nada. “Usted consigue funcionarios del Seniat, funcionarios del Insai que se hacen la vista gorda que llegan a un negocio que tiene productos colombianos, y no lo supervisan… Aquí usted consigue en cualquier negocio del Táchira huevo colombiano, y entonces la gente que siguió emprendiendo, que creemos en Venezuela y que queremos seguir trabajando, entonces nos están echando a perder el trabajo que nosotros tenemos”, dice.
Considera que a Venezuela deberían ingresar por la frontera los rubros que no se producen, además de que se establezcan acuerdos de formación tecnológica, y de compra de insumos de manera directa a las marcas comerciales para evitar engaños.
“Bienvenida la frontera, pero vamos a tratar de hacer los convenios como debe ser, con las verdaderas asociaciones, con las verdaderas instituciones, de que realmente representemos al estado. De que esta asociación que tiene años, que es productora de papa y que se fundó fue con productores de papa, digamos que necesitamos ir a Confepapa a Colombia a traer semilla de papa certificada, y que el gobierno nos garantice y nos de la licencia para poderla traer y poder producir mejores semillas en la zona. Esa sería una ventaja. Que vayamos directamente con las compañías para tener un producto garantizado”, expresa.
“Igualarse las condiciones”
Para el productor agropecuario y diputado del Consejo Legislativo del estado Táchira, Heriberto Labrador, son pocas las cosas favorables que ha generado la apertura de frontera al sector productivo, pues no se ha hecho nada por igualar las condiciones con Colombia y evitar la competencia desleal.
“Entiendo que un mes no es suficiente después de haber estado cerrada siete años, pero lo que me preocupa es que los siete años no se utilizaron para ir preparando la posible apertura. El productor siguió aguantando una competencia desleal porque no estábamos en igualdad de condiciones. Ahora abierta la frontera deberían igualarse las condiciones”, dice.
Las expectativas de los productores es que sea una balanza equilibrada, tener ventajas comparativas y competitivas y poder exportar hacia Colombia el excedente, una vez sea cubierta la demanda interna, pero acota que para ello es necesario que les faciliten los trámites de comercialización y que se acaben las trabas arancelarias y burocráticas.
Indica que el contrabando no lo pueden enfrentar el productor venezolano bajando los precios, por cuanto los costos en Venezuela son elevados, siendo en este caso la papa la más afectada.
“Tenemos al lado a un exportador, a un productor de semillas, porque el grave problema que tenemos en Venezuela es que no estamos produciendo las semillas necesarias para hacer de ese cultivo algo rentable y productivo. Tenemos un competidor que se estuvo preparando a lo largo de estos siete años, desarrollando nuevas tecnologías, desarrollando nuevas semillas, adaptándoles y haciéndolas más productivas, mientras seguimos usando semillas en franco deterioro. El ajo, la zanahoria, las frutas, es increíble el contrabando, y considero que siendo la papa el rubro más importante sigue siendo el que más se afecta”, explica Labrador.
Heriberto Labrador destaca el ímpetu del productor venezolano por mantenerse en pie, pues a pesar de que no hay más cantidad de hectáreas sembradas, se han preservado las sembradas tradicionalmente, enfrentando el contrabando, los cortes eléctricos, la falta de gasolina y gasoil, la variación de precios en moneda extranjera y los problemas al comercializarse.