Un grupo de mujeres voluntarias del estado Táchira se reúnen al menos cada dos meses para tejer prótesis mamarias blandas que son entregadas a mujeres que han tenido cáncer de seno, no solo en la entidad andina, sino a nivel nacional.
La actividad es organizada por la Asociación Civil, Seno y Vida que se encarga de brindar atención a quienes han sido diagnósticadas con la enfermedad y una de las maneras de apoyarlas, es entregándoles las prótesis a quienes no tienen la posibilidad de adquirir los implantes mamarios.
Carla Agelvis, quien pertenece a Seno y Vida y fue diagnosticada con la enfermedad en el año 2016, informó que mensualmente entregan entre 50 y 60 prótesis blandas que se realizan con el patrón oficial de Knitted Knokers, «ya hemos reclutado varias voluntarias que como lo viste hace rato, ellas vienen buscan sus hilos aquí se los llevan a su casa, tejen y nos traen sus prótesis ya tejidas y nosotros aquí las rellenamos y las entregamos», explicó, mientras se realizaba la jornada de tejido en la sede de la Asociación.
Agelvis contó que cuando las pacientes recién diagnosticadas llegan a la sede de la Asociación Seno y Vida, les dan una guía, una palabra de apoyo y si tienen medicamentos, insumos quirúrgicos para las cirugías se las entregan. Agregó que las personas no saben qué hacer cuando las diagnostican y en el lugar les explican cuales son los procedimientos a seguir.
A la representante de Seno y Vida le preocupa que cada día hay más personas con esta patología y aunque no tienen estadísticas, lo pueden determinar por la cantidad de mujeres y hombres que constantemente llegan a la Asociación buscando apoyo.
Dijo que es bastante difícil el acceso a los medicamentos, pues al hospital del Seguro Social llegan algunos y cuando no llegan, los pacientes los tienen que comprar en Cúcuta, Colombia.
Agregó que son medicamentos bastantes costosos por lo que si a alguna paciente le sobre uno o le cambian el protocolo, se lo donan a quienes lo necesitan. Precisó que las radioterapias también son bastante costosas y a los pacientes pues les toca buscar recursos para poderlas pagar porque no hay radioterapias gratuitas en el Tàchira.
«Una quimioterapia puede costar 300 mil pesos, 500 mil pesos, los agregados u otras cosas que se colocan, 40 mil, 80 mil, o sea todo suma y son por lo menos 8 ciclos de quimioterapia que se coloca una paciente», explicó.
Señaló que cada 21 días los pacientes tienen que conseguir dinero para comprar las dos quimioterapias, los agregados, el yelco, la solución y a eso hay que sumarle los exámenes , las tomografías, las resonancias y todo lo que implica padecer de esta patología.
Zulma López | DLA.-
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