Zulma López / DLA.- Las lavanderías y tintorerías de la ciudad de San Cristóbal se han visto obligadas a bajar la productividad debido a la escasez de agua y los cortes eléctricos que diariamente se extienden hasta por seis horas, según lo han manifestado los encargados y propietarios de este tipo de establecimientos comerciales.
Inclusive algunas de ellas han tenido que cerrar porque a la situación con los servicios públicos se suma la difícil situación económica del venezolano. Carlos García trabajó en una lavandería que fue cerrada hace algunos meses porque sus dueños tuvieron que entregar el local donde funcionaba. Desde hace 15 días trabaja en otra lavandería en donde tiene que trabajar horas extras para cumplirle al cliente.
«Estos días nos ha fallado mucho la luz, se nos va tres horas y a veces dos horas, dependiendo del día, ayer se nos fue en la mañana dos horas y en la tarde tres horas y media, y hoy en la mañana se nos fue por dos horas». precisó.
Explicó que en el sector donde está ubicada la lavandería, muy cerca del viaducto nuevo de la ciudad de San Cristóbal, cuando les cortan el suministro eléctrico, también se quedan sin el servicio de agua.
García indicó que tratan de trabajar para no entregar las piezas con retraso , pero se les hace difícil porque los cortes eléctricos son constantes.
Aseguró que en los últimos meses han cerrado dos lavanderías en la ciudad porque a algunas las han calificado como industriales y también porque las tarifas de los servicios públicos han aumentado considerablemente.
En su lugar de trabajo han tenido que hacer promociones para mantener a los clientes y detalló que una pieza que lavan y planchan en 10 mil pesos, ahorita la dejan en 9 mil pesos.
«La idea de esta lavandería es tener unos precios acordes al cliente y siempre manteniendo la calidad del servicio». agregó.
Afirmó que con el tiempo han bajado muchos los clientes, pues antes los médicos y abogados eran quienes más frecuentaban las lavanderías y tintorerías y ahora muy poco lo hacen.
«Eso ha bajado porque hay clientes que comen o mandan a lavar; lavar no es lo esencial», puntualizó.
La factura de agua aumentó en 400%
Reina Sepúlveda, es la propietaria de una lavandería que funciona en el sector de Barrio Obrero desde hace 42 años y actualmente el negocio lo atiende junto a su esposo, pues tras la pandemia se quedó sin los ocho empleados que tenía.
Los cortes eléctricos son su principal problema y cuenta con dos tanques de agua que le ayudan cuando la empresa hidrológica la deja sin el servicio.
Narró que los cortes eléctricos han afectado bastante el negocio porque se compromete a entregar un trabajo para un día y no lo puede cumplir porque pasan dos o tres horas diarias sin electricidad.
Contó que anteriormente todos los días lavaban, secaban y planchaban la ropa, pero en la actualidad y debido a cortes eléctricos lavan y secan una o dos veces por semana.
Criticó el aumento excesivo de las tarifas del servicio de agua potable y aseguró que el incremento ha sido del 400%. «El último recibo salió en 3000 bolívares que son como 120 dólares», dijo.
Adicionalmente afirmó que hace 10 años lograban sacar 200 facturas semanales y ahorita no llegan a 100 facturas mensuales y esto se debe a que muchos clientes se han ido con la competencia. No sabe cómo otros negocios del mismo rubro tienen precios más bajos y cree que es porque han bajado la calidad de los productos que usan.