Desvanecidas quedaron las esperanzas del sector comercial, tras la apertura de la frontera entre Colombia y Venezuela por el estado Táchira, ante el paso de mercancía por vías informales, que contribuyen a la crisis de algunas empresas, especialmente dedicadas a la producción de materia prima. Gabriel Ayala, vicepresidente de la Asociación de Comerciantes de Alimentos Preparados, advirtió que el 90% del consumo y uso de productos primarios en la región, proviene del país neogranadino, ya que no existe un plan que proteja al comerciante nacional.
Comentó, que la habilitación comercial de la frontera, generó esperanza en algunos productores del país y del estado Táchira, sin embargo aseguró, que no se han tomado las medidas necesarias para ejecutar un plan que pueda favorecer al empresario venezolano.
«Vemos con preocupación como el producto nacional ha sido desplazado por la mercancía que proviene del vecino país, estábamos esperando con anhelo que se abriera la frontera, pero por la forma en como se llevó a cabo, no hemos visto una mejora al respecto, sobre todo por la entrada de algunos productos o artículos».
Uno de los productos con mayor impacto, es la harina de trigo, cuya producción nacional, según explicó, podría abastecer a todo el país, no obstante, se sigue permitiendo el paso de este insumo por la frontera, ejerciendo «una competencia desleal».
«Venezuela tiene una capacidad de molienda para abastecerse e inclusive para exportar harina de trigo, pero se está permitiendo la entrada de estos productos que prácticamente generan una competencia desleal por la estructura de costos que tienen nuestros molinos, al producir poco su estructura se eleva y es imposible que exista una competitividad», agregó.
En otrora, el consumo de harina de trigo era de 4 mil toneladas, para el momento, según la información suministrada por Ayala, motivado al éxodo, y porque el pan ya no representa algo económico en la mesa del venezolano, el consumo ha disminuido hasta en un 70%, del 30% restante, el 20% es a base de materia prima proveniente de Colombia.
La misma situación se repite con el uso de implementos o insumos, en el área textil, carpintería, automotriz, implementos agrícolas, entre otros. «No solo entran alimentos, sino que los latoneros compran la pintura allá, el carpintero compra sus insumos y las ventas en el casco de la ciudad han disminuido sustancialmente».
En el caso de la vida agrícola, expresó que sorprendentemente, algunos productores tachirenses prefieren perder sus cosechas, motivado a que los costos que genera la recolección y el traslado de la misma, es más alta que los precios provenientes de Colombia, por lo que instó al gobierno nacional y regional a incentivar la producción y a prestar un mayor beneficio a quienes producen la materia prima en el país.
Luzfrandy Contreras / DLA
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