Un hombre conocido con el alias de Manolo, es buscando activamente luego de que el pasado 25 de diciembre le causara quemaduras de segundo grado a su pareja al rociarla con gasolina y lanzarle un fósforo, en un hecho que ocurrió en la población de Coloncito al norte del estado Táchira.
La mujer identificada como Elimar López de 23 años de edad se encuentra recluida en el Hospital Central de San Cristóbal a donde fue trasladada, tras presentar quemaduras en su rostro y cuerpo.
De acuerdo a versiones de personas allegadas a la joven, el hecho se habría presentado cuando el hombre estaba bajo los efectos del alcohol y discutió con la joven con quien tiene dos hijos en común.
Trascendió que la mujer víctima del hecho, venía sufriendo un patrón de violencia por parte de su pareja y no lo había denunciado.
De acuerdo a Beatriz Mora, representante de la fundación ProIdheas, la víctima estando recluida en el Hospital Central de San Cristóbal corre riesgo debido a que el agresor está libre, “hay que tomar en cuenta que las autoridades venezolanas deben enviar código hacia Colombia porque al agresor está muy cerca de la frontera, puede estar refugiado en el territorio colombiano; hay que dar con el paradero del agresor urgentemente porque mientras el agresor no esté detenido, la víctima corre el riesgo”, señaló.
Mora indicó que, en estos casos, hay que investigar si ella lo había denunciado con anterioridad en los organismos de seguridad o en los organismos encargados de proteger a las mujeres. Dijo que también se debe tomar en cuenta si ella tiene medidas de protección. Mora cree que no es la primera vez que la agrede o intenta atentar contra la vida de la joven.
Explicó que por la época de Navidad la violencia contra la mujer aumenta porque uno de los detonantes es la ingesta de bebidas alcohólicas, “también la situación económica en los hogares es un detonante para que las familias tengan peleas, hayan discusiones por los gastos porque no hay para las necesidades básicas; el segundo detonante puede ser que los agresores se refugien en el licor y estar bajo los efectos de este llegan con mayor índice de agresividad hacia sus parejas”, manifestó.
La representante de ProIdheas explicó que las víctimas de violencia a veces no denuncian porque sienten que pueden perderlo todo en un momento; sienten temor de lo que le pueden hacer al padre de sus hijos. Agregó que las mujeres se acostumbran a los golpes, creen que eso es normal y que pueden aguantar.
Zulma López / DLA.-
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