Los muertos por un poderoso sismo de 8,2 grados en Mexico, el más intenso en un siglo, aumentaron a 65 al confirmarse nuevos decesos en el sureño estado de Chiapas, mientras que en Veracruz (este) se reportaban dos fallecidos por la tormenta Katia, que ya se disipaba.
En Juchitán, en el estado de Oaxaca y la zona más devastada, los socorristas daban por concluida su tarea para dar paso a maquinaría pesada que recogerá los escombros, en momentos en que ya se percibe un olor fétido resultado del amasijo de escombros, lluvia y el intenso calor en la zona, informó AFP.
«Ya no queda más gente bajo los escombros. La mayoría fue rescatada casi inmediatamente por familiares y vecinos», dijo a la prensa Roberto Alonso, coordinador de los «Topos», una fuerza integrada por especialistas en rescates tras los sismos.
Alonso dijo que sólo buscan determinar si un policía se encuentra bajo los escombros del Palacio Municipal, construcción de estilo colonial que quedó reducida a escombros por el sismo.
Cientos de réplicas
Según el Servicio Sismológico mexicano se habían registrado hasta el momento 721 réplicas, la mayor de ellas de 6,1 grados, de un sismo que despertó en la madrugada a millones de mexicanos en el sur, este y centro del país.
El gobierno federal, que declaró tres días de luto por la tragedia, mantiene el saldo de 61 muertos: 45 en el estado de Oaxaca, 12 en Chiapas y cuatro en Tabasco.
El sismo ocurrió a las 23H49 locales del jueves (04H49 GMT del viernes) cerca de la localidad de Tonalá (Chiapas), en el Pacífico, a unos 100 kilómetros de la costa.