Por cuarta vez en su historia, Suiza jugará los cuartos de final de una gran competición. Este viernes se enfrentará a España en un partido histórico para un país acostumbrado a caer a las primeras de cambio. La última vez que rompió la barrera de los octavos de final fue en el Mundial de 1954, hace 67 años.
En aquella Copa del Mundo, organizada precisamente en Suiza, el conjunto helvético tocó su techo por tercera vez. Después, a lo largo de más de seis décadas, hasta este lunes cuando superó a Francia en la Eurocopa, jamás volvió a disputar unos cuartos de final.
En los Mundiales, cayó en primera ronda de Chile 1962, Inglaterra 1966 y Sudáfica 2010; la barrera de los octavos de final fue insuperable en Estados Unidos 1994, Alemania 2006, Brasil 2014 y Rusia 2018. En las Eurocopas no se clasificó para la fase final entre 1960 y 1992.
Después, se despidió en la fase de grupos en Inglaterra 1996, Portugal 2004 y Austria y Suiza 2008, mientras que en Francia 2016 volvió a caer en octavos. Por eso, la épica victoria ante Francia de los hombres de Vladimir Petkovic acaba con una maldición que sumaba demasiados años en el tiempo.
Hasta el Mundial de Suiza 1954, el conjunto centroeuropeo estaba acostumbrado a llegar a los cuartos de final. Anteriormente también lo consiguió en las Copas del Mundo de Italia 1934 y Francia 1938. Pero, después, el fútbol suizo atravesó una crisis de resultados que le convirtió prácticamente en una selección intrascendente.
La generación de Granit Xhaka, Xerdan Shaqiri, Yann Sommer o Haris Seferovic se encontraba ante su penúltima oportunidad de hacer algo grande. En su punto de maduración perfecto, con edades comprendidas en su mayoría entre los 27 y los 30 años, desperdició varias oportunidades en otras grandes citas. Era ahora o nunca, con permiso del Mundial de Catar 2022, que podría suponer el canto del cisne para el actual grupo que dirige Vladimir Petkovic.
En esta Eurocopa, tenían el reto de igualar el gran papel de sus antecesores, un equipo liderado por tres de los mejores jugadores de la historia del país: Josef Hügi, Roger Vonlanthen y Robert Ballaman. Con ellos como jugadores franquicia, aquella Suiza de 1954 ganó 2-1 a Italia, perdió 2-0 contra Inglaterra y volvió a ganar 4-1 al conjunto transalpino en un partido de desempate para alcanzar los cuartos.
Justo antes de las semifinales se cruzó Austria y, en el choque con más tantos de la historia de una Copa del Mundo, finalizó el sueño de Suiza. Perdió 7-5 un encuentro que llegó a ir ganando 0-3, pero se despidió a lo grande, con una derrota honorable y con seis tantos de Hügi en la competición. Sólo el húngaro Sándor Kocsis le superó en la tabla de máximos goleadores.
Ahora, el equipo de Vladimir Petkovic está a solo un paso de conseguir por primera vez en la historia que Suiza dispute unas semifinales en un gran torneo. Desde hace 67 años, el combinado helvético no ha tenido la oportunidad de intentarlo. En 90 minutos ante España, los herederos de la cosecha de 1954 tendrán la opción de coronarse como el mejor equipo que nunca ha tenido Suiza.