Río de Janeiro, 29 oct (EFE).- La operación policial lanzada el martes en Río de Janeiro, la más letal de la historia de la ciudad brasileña, dejó 132 muertos, entre ellos cuatro agentes, informó este miércoles a EFE la Defensoría Pública regional.
Esta institución encargada de ofrecer asistencia legal gratuita divulgó la nueva cifra de fallecidos, después de que habitantes de los barrios afectados se lanzaran a buscar a sus familiares desaparecidos y empezaran a juntar decenas de cuerpos en una plaza.
Funcionarios del organismo acompañan desde la madrugada de este miércoles las búsquedas en la favela de la Penha, uno de los focos de la operación, y están presentes en los institutos forenses responsables por la identificación de los cadáveres, según un comunicado.
Asimismo, la Defensoría Pública afirmó que recabó testimonios de habitantes y familiares de los fallecidos para «contribuir a la necesaria respuesta institucional ante la violencia estatal nunca vista».
Por otra parte, el gobernador del estado de Río de Janeiro, Cláudio Castro, dijo este miércoles durante una rueda de prensa que, por ahora, le constan 58 muertos, aunque reconoció que la cifra «seguro» cambiará.
Los cadáveres encontrados por los familiares, todos de hombres, quedaron tendidos uno al lado del otro en el suelo de una plaza de la Penha, a la vista de los vecinos, como pudo comprobar EFE.
El Gobierno regional afirmó en un comunicado que los sospechosos fueron abatidos tras «reaccionar» a las acciones de los agentes.
La operación policial buscaba ejecutar 100 órdenes de prisión contra miembros del Comando Vermelho, una de las dos facciones criminales más poderosas de Brasil, en dos complejos de favelas, las de la Penha y del Alemão.
Durante las acciones realizadas con el apoyo de 2.500 agentes y decenas de vehículos blindados, fueron arrestados 81 sospechosos y se requisaron 93 fusiles y media tonelada de drogas, según el último comunicado del Gobierno regional.
Los miembros de la banda respondieron a la operación con bloqueos en varias vías de la zona norte de Río, lo que llevó a interrupciones en el tránsito de un centenar de líneas de autobuses y al cierre de decenas de escuelas y centros de salud.
Este miércoles, la ciudad amaneció sin nuevos bloqueos después de la jornada de caos, si bien la mayoría de comercios y escuelas de los barrios afectados se mantienen cerrados.






