Colombo, 15 jul (EFE).- Sri Lanka celebró este viernes el éxito de una revuelta social histórica que después de más de tres meses de protestas masivas ha logrado su principal objetivo, la dimisión del jefe de Estado Gotabaya Rajapaksa, convirtiéndole en el primer presidente del país en renunciar a su cargo.
Huido en Singapur, el expresidente electo en 2019, delegó antes de abandonar el miércoles Sri Lanka su poder en el primer ministro, Ranil Wickremesinghe, quien asumió entonces el cargo en funciones, y tras hacerse hoy oficial la dimisión de Rajapaksa, ha tomado posesión de la Jefatura de Estado de forma interina.
Wickremesinghe ostentará dicho puesto previsiblemente hasta el próximo 20 de julio, cuando el Parlamento designe tras una votación secreta de los 225 diputados al nuevo presidente encargado de reconducir la severa crisis económica e institucional que atraviesa el país insular.
UNA DIMISIÓN ANTICIPADA
Tras el asalto el pasado sábado, de las residencias oficiales de Rajapaksa y de Wickremesinghe, entonces primer ministro, en la jornada más crítica de las manifestaciones, ambos se vieron obligados a huir y manifestaron su decisión de dimitir.
Sin embargo, solo Rajapaksa se mantuvo firme en su decisión, y pese a que retrasó el anuncio que se esperaba que se hiciera efectivo el miércoles, finalmente mandó ayer desde Singapur su carta de dimisión a través de un enviado diplomático.
Una vez que se autenticó la carta esta mañana, el presidente del Parlamento reveló lo que era un secreto a voces y oficializó la renuncia de Rajapaksa, la primera de un presidente desde que el país adoptó el sistema presidencial de gobierno en 1978.
Sin tiempo que perder, Wickremesinghe, presidente en funciones desde la marcha de Rajapaksa, tomó a las pocas horas posesión de su cargo y comunicó que se encargaría de crear un ambiente seguro para que los parlamentarios pudieran designar al nuevo presidente el 20 de julio.
Para alcanzar ese objetivo, el presidente del Parlamento convocó mañana una sesión extraordinaria donde empezaran a discutir sobre los posibles candidatos a ocupar la Jefatura del Estado.
JORNADA FESTIVA
La alegría se apoderó de las calles de Colombo desde bien entrada la madrugada, cuando a sabiendas de la inminencia de la dimisión del presidente, la gente comenzó a celebrar el éxito de unas protestas que exigían desde finales de marzo la renuncia de Rajapaksa por su gestión de la crisis económica.
«El anuncio de la dimisión por la mañana no era nada nuevo para nosotros. Por la noche supimos que el presidente del Parlamento recibió la renuncia, así que tiramos petardos, tocamos música y celebramos por la noche», dijo a Efe Buddhi Prabodha Karunaratne, uno de los manifestantes.
Una vez se hizo efectivo el fin del mandato de Rajapaksa, rápidamente comenzaron las convocatorias para que la gente se concentrase en el parque Galle Face, epicentro de las protestas desde sus inicios.
Y es que la renuncia del expresidente no es suficiente para la mayoría de los manifestantes, que piden que Wickremesinghe corra su misma suerte.
«El enemigo común se ha ido, pero ahora una persona mucho más peligrosa está en el poder. Ranil (Wickremesinghe) necesita ser ahuyentado. Debemos permitir que el Parlamento se reúna y haga el trabajo de acuerdo con la Constitución», afirmó a Efe Erandi de Alwis, otra de los miles de personas que reclaman la dimisión del presidente encargado.
RETOMAR EL RESCATE FINANCIERO
Sri Lanka afronta la peor crisis económica desde su independencia del imperio británico en 1948, provocada en parte por el gran endeudamiento, erradas políticas gubernamentales, y el impacto de los atentados de Pascua y la pandemia del coronavirus en el turismo.
Con las reservas internacionales marcando mínimos históricos y la decisión de suspender los pagos de su deuda exterior el pasado abril, Sri Lanka se acercó al FMI en busca de una línea de crédito para restaurar la estabilidad fiscal, al tiempo que intenta alcanzar acuerdos con sus prestamistas para la reestructuración de la deuda.
En el marco de estas negociaciones, ahora paralizadas a la espera de que el futuro presidente nombre un nuevo Gobierno, el Fondo Monetario Internacional manifestó hoy su intención de retomar las negociaciones para un programa de rescate urgente, una vez se resuelva la crisis institucional que atraviesa la isla.
«Esperamos una resolución que permita retomar el diálogo sobre un programa de asistencia del FMI», afirmó hoy el portavoz del ente financiero, Gerry Rice, en una declaración de vídeo publicada en Twitter.
Tras la última visita oficial del FMI a la isla la última semana de junio, Wickremesinghe anunció que confiaba en poder oficializar el rescate a finales de julio, pero el estallido de esta nueva crisis política retrasará varias semanas la culminación de ese acuerdo.
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