La principal arteria vial del municipio está a poco tiempo de convertirse en la carretera de la anarquía. Más de 12 semáforos, que regulan el tránsito en ambos sentidos y en sus calles contiguas, se encuentran dañados totalemente o tienen algunas luces dañadas. Esto propicia un aumento de los accidentes (choques, colisiones y transeúntes arrollados) e incidentes (frenazos por maniobras indebidas).
Afortunadamente, la Polícia Nacional Bolivariana mantiene una comisión en el tramo más crítico (calle 7, 8 y 9). Sin embargo, esta fuerza humana no es suficiente. Son necesarios los vigilantes silenciosos: amarillo, azul y rojo. Los conductores deben adivinar si deben frenar o seguir, especialmente en las intersecciones de la Avenida Bolívar frente a las residencias El Murachí; calle 22 (frente a Mcdonald´s); calle 19 (funciona sólo la luz amarilla del semáforo); calle 18; calle 17, calle 14 (Cobrapsa); calle 14 (donde una señora fue arrollada este miércoles); calle 12; calle 10 (sólo enciende el rojo); calle 9; calle 7; y la calle Buenos Aires.