Han sonado las campanas

Es la hora profunda de la unión del pueblo venezolano, han sonado las campanas de la conciencia colectiva ante la agresión bestial y criminal de los enemigos de la patria. Los hombres y mujeres con dignidad de nuestra Sagrada República debemos convocarnos a la movilización total en defensa de nuestra integridad territorial, soberanía e independencia nacional. El imperio gringo y sus lacayos quieren ahogarnos, asfixiarnos, que nos hundamos en el fango de la destrucción. ¿Qué hacer? En primer lugar unirnos con firmeza patriótica y popular en todos los terrenos.

Aquí no nos vamos a entregar y mucho menos entregarles esta tierra a los propios verdugos, fascistas y traidores. La patria no se entrega a quienes la venden, la odian y la agreden. Aquí nacieron Guacaipuro, Bolívar y Chávez. Aquí se parió a miles de patriotas ejemplos en la Historia de honor y Gloria. Ellos no quieren diálogo, no quieren paz. Reciben la orden de Trump, de Rajoy, de Uribe y Santos. Ellos no tienen dignidad, ni honor, están llenos de desamor y odio, quieren arrodillarnos, cegar el extraordinario ejemplo de lucha y resistencia del pueblo venezolano que para el imperio y los pitiyanquis es un mal ejemplo que debe ser extirpado, eliminado y borrado. No aceptan rebeldía, ellos quieren nuestra sumisión total. Que saqueen nuestra tierra, la incendien, la destruyan y se hagan dueños de todos nuestros recursos. Ese es su verdadero objetivo, el control absoluto, el dominio colonial. No hay excusas, nada que ver con democracia, paz, tranquilidad, respeto a los derechos humanos.

Estamos ante la presencia de un gran monumento a la hipocresía. En este país el que tenga un mínimo de respeto a si mismo no puede convertirse en cómplice de quienes no nos quieren ni como seres humanos ni como pueblo. Hay que rebelarse contra este monstruo de cinismo, hipocresía y maldad, no podemos silenciar nuestra conciencia, debemos asumir una respuesta vigorosa, consecuente con nuestra manera de ser históricamente. No podemos caer en la trampa de la indiferencia y de la cobardía. Nos quieren reventar, obligarnos a matarnos para ellos intervenir este sagrado suelo bolivariano.

En los últimos días el imperio norteamericano y la Unión Europea han arreciado los ataques a nuestra patria. Mientras sus propios pueblos se ahogan en miseria, represión, exclusión, racismo y cuanta injusticia existe, son unos inmorales colonialistas. No podrán vencernos, al igual que en la guerra de independencia nuestro pueblo saldrá victorioso. Para ello la única garantía que tenemos para vencer es la unidad profunda, integral del pueblo y de sus fuerzas emancipadoras, patrióticas y revolucionarias. Vamos Nicolás Maduro junto a la nación de Bolívar y Chávez a vencer.

Salir de la versión móvil