Por: Alirio Rangel Díaz
Es evidente, palpable, inocultable, que uno de los engranajes del motor económico de la Nación se encuentra averiado, la agricultura el elemento más frágil de la estructura productiva se encuentra paralizada, la economía primaria es quien garantiza el suministro de los alimentos a la población y actualmente no puede cumplir la misión encomendada por la sociedad, el sistema agroalimentario componente estratégico se encuentra afectado por la escases de la gasolina y el gasoil, los agricultores requieren trasladarse hasta el lugar donde están ubicadas las unidades de producción, el campo el pleno territorio es donde se planifican las actividades agronómicas, ante la escases de los carburantes es imposible atender las actividades rutinarias y cumplir con la atención básicas de los requerimientos de la unidades de producción de los sectores vegetal, pecuario, pesquero y forestal.
La situación actual es altamente preocupante para garantizar la producción agroalimentaria de todos los venezolanos, las consecuencias de un sistema productivo agroalimentario frágil, acumulando las carencias tecnológicas de falta de insumos , semillas, fertilizantes, agroquímicos, la ausencia de financiamiento, dolarización de la economía , hiperinflación, perdidas del poder adquisitivo del salarios, baja demanda y consumo de alimentos y el agravante injustificable de ser un país petrolero que contaba con cuatro refinerías y hoy no tiene el manejo soberano de los combustibles, ante el colapso y destrucción de la primera industria nacional PDVSA . Los agricultores son obligados a trasladarse a la ciudades y centros urbanos, son sometidos a la espera durante días y hasta semanas en colas interminables de vehículos en las estaciones de servicio, jamás existen combustibles en los lugares cercanos a sus actividades en pequeños pueblos o regiones agrícolas, ante esta calamidad son presas de los funcionarios de las fuerzas armadas que custodian la distribución de combustibles, donde pagan altas coimas en dólares por limitados volúmenes de combustibles o adquirirla en el mercado de los traficantes en dos y tres dólares el litro, el combustible más caro del mundo.
La actividad agrícola es la actividad económica de mayor riesgo y de menor rentabilidad , la actual profunda crisis económica venezolana, en los últimos veinte años no implementaron medidas de políticas públicas por parte del Estado venezolano para la protección de la agricultura nacional, para garantizar un crecimiento sustentable ,todo lo contrario, el propio Estado dispuso de inmensas fortunas en millones de dólares para establecer la agricultura de puertos, con importaciones excedentarias superando la propia demanda nacional de alimentos, importación en todos los rubros sin protección arancelaria ,con dólares preferenciales, precios más bajos que los costos de producción, la agricultura nacional resistió heroicamente este acción antinacional, donde se impuso los agro negocios como política agraria del ministerio de agricultura y tierras y del ministerio de alimentación.
Dos décadas de políticas atentatorias contra la soberanía agroalimentaria, jamás aplicaron medidas proteccionistas para con los agricultores venezolanos, actualmente no existe un plan nacional agrícola en ejecución con objetivos y metas en cada uno de los sectores, es la falta de asistencia técnica, el abandono y la ausencia de las políticas públicas es parte de la actual gestión ministerial, negarse a coordinar actividades con los auténticos agricultores y sus gremios, los agricultores estan sometidos a la salvajismo especulativo de los precios de los insumos, todo está dolarizado , insumos, herramientas, respuestas, lubricantes, no existen ningún incentivo en sistemas de crédito de financiamiento público o privado, jamás han contado con pólizas de seguro agrícolas, los precios de las cosechas no son estables son fijados en bolívares por el mercado de la oferta y demanda ,el agricultor esta a expensas de las garras del salvaje capitalismo, de ocurrir un siniestro por variables imponderables, condiciones ambientales, plagas, enfermedades, mala calidad de las semillas e insumos ,las pérdidas son absolutas cuentas del bolsillo del agricultor, llevándolo a la ruina económica, por ello su alta sensibilidad como ser humano ,creyente con escapulario de la religión católica, donde solo cuenta con el acompañamiento y protección de los integrantes de la familia, los campesinos del vecindario, encomendando sus cosechas al Señor, la Virgen María, San isidro labrador y el Beato José Gregorio Hernández.
¿Cuál será de los veintisiete ministros que acompañan al Presidente Nicolás Maduro, el que asumirá la obligación Constitucional de atender las necesidades de los agricultores?.¿Quién será el integrante del Poder Ejecutivo que se dignara en cumplir su responsabilidad administrativa en darle solución las necesidades urgentes de más de trescientas mil familias de agricultores que cumplen el compromiso de construir soberanía agroalimentaria en el los campos de Venezuela?.
La agricultura nacional , es la que tenemos, con sus tradiciones, con limitaciones tecnológicas, la que está sembrada en el territorio, llanuras, valles, serranías, mesetas, laderas, paramos, la agricultura familiar es la única garantía del suministro alimentario de la población venezolana, solo con ella cuenta actualmente el pueblo venezolano para satisfacer sus necesidades nutricionales , alimentos que son cosechados por la agricultura familiar de pequeños, medianos agricultores, conuqueros, ganaderos, granjeros, para cumplir sus metas y propósitos superan todos los obstáculos, cumpliendo con la actividades, rutinarias de siembra, manejo agronómicos de vegetales, rebaños, recolección, cosecha, beneficio, procesamiento y transporte de alimentos, materias primas e insumos agrícolas que constituyen el trabajo noble, honorable, y sin descanso como es el de dar alimentos a sus semejantes.
Actualmente no existe Ministro alguno del Poder Ejecutivo que asuma la responsabilidad constitucional, administrativa y de su competencia, en presentar un plan agrícola nacional de contingencia, ante la emergencia actual, que el contenido de la propuesta se inicie en garantizar el suministro de combustibles a los agricultores, mediante un cronograma de distribución que llegue directamente a los agricultores a precio internacional medio dólar el litro, distribuidos en las estaciones de servicio más cercanos a las regiones agrícolas y pequeños poblados, que el suministro de combustibles sea en volúmenes suficientes, estables, de acuerdo a la demanda real de los agricultores y los planes de agrícolas de cada región, si cumplen con este primer paso, retornara la confianza al campo venezolano.
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