El hueco que han formado las aguas pluviales en la Panamericana, destino Agua Viva-Sabana de Mendoza, en El Dividive la capital del municipio Miranda, sigue creciendo ante la indiferencia de las autoridades de infraestructura de la región que no miden el peligro al que están expuestos los conductores, más en la actualidad cuando el tránsito de vehículos que vienen del Zulia y Lara por esta vía son desviados hacia la carretera que conduce a Betijoque e Isnotú, por trabajos que realizan en el sector San Miguel, cercanías al peaje El Encanto.
En el señalado sector donde ha nacido esta falla de borde, han sido colocados pequeños promontorios de asfalto y reductores de velocidad, lo cual no basta para evitar el peligro que se acentúa cuando llueve y en horas de la noche, pues el lugar se vuelve una laguna de aguas pluviales, de ahí la necesidad de que los trabajos de reparación de la falla, sean emprendidos cuanto antes.