Héctor Rafael Briceño (CNP 14.130)
Este 5 de junio se celebra el Día Mundial del Ambiente decretado por la ONU cuya apoteosis viene del 1973 -1974, con un acuerdo que se traía desde Estocolmo (1972) cuando se reconocía que gracias al medio ambiente, gozamos de la vida, al igual que disfrutamos de la flora y fauna, aunque se observe que la inconsciencia persista hasta en el mas apartado rincón del mundo, sencillamente porque desde los mismos gobiernos, no se presentan como el mejor modelo a seguir.
Esta vez presentamos como un ejemplo del trabajo que profesionales boconeses han sembrado en mentes y corazones de niños y adultos. Me refiero al ingeniero en Producción de Agroecosistemas y MSc. en Educación Ambiente y Desarrollo Marcos Hidalgo, quien actualmente forma parte del personal de la ULA NURR-Extensión Boconó Centro de Ecología «Pedro Rincón Gutiérrez» Proyecto Oso Andino Guaramacal
Este joven profesional realizó un trabajo de investigación que forma parte de una propuesta vigente en los más altos niveles, pero que muy poca respuesta hemos visto en instituciones tan importantes que por su gestión pueden lograr como la alcaldía. Es lo referido a El Ramal de Calderas un pulmón de Boconó que reúne todas las condiciones exigidas para que sea declarado Corredor Biológico, pero mientras llega ese momento, se le debe prestar la debida atención para así evitar los desmanes que en el mismo se cometen.
Un bloque montañoso
En breve conversación con el Ing. Hidalgo de manera sintetizada nos manifestó que El Ramal de Calderas es un bloque montañoso ubicado en la porción Nororiental de la Cordillera de Mérida con una superficie aproximada de 700km2 y junto con el Ramal de Guaramacal, conforman el Eje Sur de la Sierra de Trujillo, entre los Estados Barinas, Trujillo y Mérida.
Posee muestras representativas muy bien conservadas de Bosques Nublados y Páramos con ecosistemas cuya diversidad genética y de especies ha sido evaluada durante años, dando como resultado un importante número de especies endémicas (Propias del sitio), alta diversidad de especies vegetales, animales y presencia de otras tantas que se encuentran vulnerables o en peligro de extinción como es el caso del Paují Copete de Piedra (Pauxipauxi), el Jaguar (Panthera onca) y el Oso Frontino (Tremarctos ornatus); lo que le ha conferido un valor estratégico para la conservación.
Como corredor biológico
Aunado a esto, por ser un bloque montañoso ubicado entre el Ramal de Guaramacal (Parque Nacional Guaramacal) y la Sierra Nevada (Parque Nacional Sierra Nevada), separado de ambos por el cauce de los ríos Boconó y Santo Domingo respectivamente, tiene un rol estratégico para la conservación, al poseer un potencial fundamental como corredor biológico de interconexión entre Áreas Naturales Protegidas, siendo necesario mencionar que ya una porción de este territorio se encuentra protegido bajo la figura de Monumento Natural (Polígono B Guirigay).
Es importante señalar además, que la conservación de la conectividad en este territorio, se considera de valor estratégico, puntualmente para una de las especies más importantes y enigmáticas de los Andes Venezolanos y que se encuentra al borde de la extinción, se trata del Oso Frontino, cuya presencia por estudios recientes, ya ha sido comprobada en la región, mediante el monitoreo con el uso de “Cámaras Trampa”, basándose en que una de sus principales amenazas en la pérdida del hábitat por deforestación y la cacería; y es sin duda el Ramal de Calderas, un eslabón importante en los Andes Venezolanos hacia la consolidación de la protección del Corredor Biológico, que asegure la conservación de la población de osos en Venezuela, en el extremo Nororiental de su distribución y con esta acción, proteger el hábitat de otras especies de la fauna y formaciones vegetales. Al efecto el Ing. Marcos Hidalgo, nos aporta varias gráficas.
Paisajes únicos
El Ing. Marcos Hidalgo finalizó realizando la siguiente delineación: Adicionalmente, en este bloque montañoso, se encuentran paisajes únicos de la geografía de los Andes venezolanos, tal es el caso del Páramo de Guirigay y su complejo lagunar, Páramo de Masparro y Calderas, Llano Grande, Las Pailas de Niquitao, Peña Blanca, Cerro Gobernador; por solo mencionar algunos y que forman parte de todo el potencial para el fortalecimiento del ecoturismo.