<Sin una ciudadanía emancipada desde el punto de vista intelectual, toda democracia tiende a la plutocracia, a la burocracia o a las distintas y más sutiles formas de totalitarismos, como ya es el caso de los actuales mercadocracias> Carlos G. Gual. La luz de los lejanos faros. 2018. P.94.
1-La democracia, caso venezolano, devino gobierno contra la gente, pues todas sus políticas públicas tienen la finalidad de generar incertidumbre, miedo, terror, hambre y miseria. Su gramática política está preñada de exclusión, odio y rencor.
2-Hay un discurso constitucional con la paradoja de no tener en la práctica predicados constitucionales. Hay un Estado en el texto constitucional y en la práctica una Anomia colectiva promocionada desde el gobierno. Esto explica que los más vulnerables en la sociedad, seamos todos.
3-Hay una energía colectiva manifestando su oposición a esa Anomia sin representación ideológica definida y como consecuencia de una crisis humanitaria de largo alcance e inesperada para la mayoría de la gente. Esto explica la crisis de partidos políticos en los últimos 20 años.
4-Hay rechazo a la política de expropiación y concentración en el gobierno, confundido con la figura de Estado, como representación política del modelo Socialismo del siglo 21. Esto explica la improvisación de políticas salariales hacia abajo como esa de pagar a profesionales lo mismo que a analfabetos. Incluyo aquí los llamados bonos de compra venta de beneficios por votos.
5-Se ha privilegiado contra la sociedad civil al aparato represivo y de vigilantes a disidentes. Esto explica que por cualquier reclamo la palabra policial esté contra cualquier principio constitucional, con el agravante que el aparato judicial es eso: un aparato sin prácticas reales del cumplimiento de la magna carta.
6-La sociedad civil, esa que el señor Luis Miquilena siendo ministro preguntaba esto: ¿Y con qué se come eso?, emerge hoy sin un rostro definido y dentro de la protesta pública. No ya por teorías democráticas o siguiendo ideologías políticas sino exigiendo que se cumpla el texto constitucional de 1999, que hayan servicios públicos y se respete a la gente. No es necesario crear otro texto mientras ese no se haya evaluado.
7-Pensar la sociedad civil al lado del autoritarismo militar y de los paramilitarismos creados con la renta pública invita a revisar nuestra tradición política y hasta el pensamiento bolivariano. No hacerlo es un contrasentido en democracia una vez conocida la experiencia del socialismo bolivariano del siglo 21.
8-Desde estas 7 razones suena válido lo siguiente: A-Recuperar espacios públicos y construir una escuela del mérito académico. B-darle contenido democrático a los valores de libertad, justicia, respeto y tolerancia. C-Evitar que el funcionariado burocrático se reserve dónde y cuándo alguien es ciudadano. Lo público no es del gobierno de turno, pues sus sueldos los paga el contribuyente, sino un ejercicio más de la democracia. La población debe estar informada de todo, salvo aquellos casos de seguridad justificados.
9-Sociedad civil y desobediencia, así como resistencia son tres prácticas políticas que se reinventan en función de buscar más y mejor democracia y donde cada conflicto es una escuela para el ciudadano. No es un bochinche ni tampoco justificación de paramilitarismo y saqueos a negocios y bienes de la sociedad. Sin democracia la desobediencia es otra cosa que puede degenerar en fascismos y totalitarismos.
10-Y la más complicada de las razones democráticas: Destatizar la política. Ello pasaría por regular el uso de recursos públicos y del subsuelo en el financiamiento de promoción partidista y en darle rango de sanción real al enriquecimiento con dineros del Estado. Si bien hay las planillitas de bienes que el funcionariado llena; en la realidad cada ministro, gobernador o presidente junto a sus familiares exhiben sus riquezas conseguidas por intermedio de sus intereses presumidos por ellos como un derecho como gobernantes.