Sobre la creciente prostitución en nuestro país

 

Hace semanas se publicó: ‘La crisis dispara la tasa de prostitución entre las jóvenes venezolanas’ (diario ABC, 16/07/2019).

Hay personas que se apresuran a ‘condenar’ y dicen: ‘la que va a ser puta será puta, con crisis o sin crisis’.
Pero ese tipo de fatalismo es un gravísimo error. En vez de condenar deberíamos hacer un esfuerzo para comprender los motivos sociales, económicos y humanos que están causando ese incremento. El filósofo holandés Baruch Spinoza (1634-1677) en su obra: ‘Tratado Político’, publicado en 1677, dice: “Yo me he esforzado cuidadosamente para no ridiculizar las acciones humanas, no lamentarlas ni execrarlas, sino entenderlas” (Cap. I, Introducción). Toda persona debe ser analizada en el contexto de sus circunstancias sociales de vida, sobre todo si es una persona joven. En tal sentido el filósofo español José Ortega y Gasset (1883-1955) en su obra: ‘Meditaciones sobre el Quijote’ (1914) dice: “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”.

Podemos preguntarnos: ¿Cómo son las circunstancias sociales, económicas y educativas que está viviendo nuestra población?…Todos sabemos la respuesta.

En otro artículo vimos estudios que evidencian la importancia de leer obras universales porque mejora la capacidad de análisis moral del lector. Entonces vamos a recordar al escritor francés Victor Hugo (1802-1885) que en su novela: ‘Los Miserables’ (1862), describe entre muchos personajes a Fantine, una muchacha que siendo muy joven fue seducida, embarazada y abandonada. Ella se ve obligada a ser prostituta para mantener a su pequeña hija Cosette, y en la novela se contrasta la actitud implacable y deshumanizada del inspector de policía Javert que la reprime por su actividad, con la actitud humanitaria y comprensiva de Jean Valjean, que la ayuda y luego se encarga de Cosette cuando Fantine fallece.

Recordemos al escritor ruso L. Tolstoy (1828-1910) que en su novela: ‘Resurrección’ (1899) narra el caso del príncipe Dimitri Nekliúdov que actúa como jurado en un proceso y descubre que una prostituta a quien se acusa de homicidio es la misma mujer que él había seducido y abandonado años atrás. En efecto, Katiusha era una muchacha inocente que se entregó a Nekliúdov por amor, y entonces éste comprende que su actitud con ella fue el primer eslabón de una larga cadena de caídas y se siente muy culpable. Katiusha es condenada a trabajos forzados en Siberia y el príncipe le pide perdón y la acompaña durante su condena. Entonces Nekliúdov concluye que su sociedad es injusta y cruel con las personas humildes. Recordemos al escritor ruso F. Dostoievsky (1821-1881) que en su obra: ‘Crimen y Castigo’ (1866), describe a Sonia, una humilde prostituta que se enamora de Raskolnikof, y es leal hasta el extremo de acompañarlo a Siberia cuando él es condenado. Recordemos al escritor francés H. Balzac (1799-1850), que en su novela: ‘Esplendores y Miserias de las Cortesanas’ (1839-1847), describe a Esther Gobseck, una muchacha que fue prostituta, pero se redime gracias a su bella relación amorosa con Lucien de Rubempré. No obstante, el perverso Carlos Herrera domina a Lucien y desea que el joven se haga con una gran fortuna y utiliza a Esther para que seduzca a un magnate despreciable. Ella accede por el gran amor que siente por Lucien, pero llega a sentirse tan frustrada que termina suicidándose, y luego Lucien también se suicida….Para finalizar: El problema de la creciente prostitución en nuestro país se solucionaría mejorando las condiciones sociales, económicas y educativas.

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