SOBRE GENGIS-KAN | Por: Ernesto Rodríguez

 

El guerrero mongol Gengis-Kan (1162-1227) fue el mayor conquistador de la historia y nació en una tribu mongol con el nombre Temujin.

Las tribus de mongoles llevaban una vida nómada y montaban sobre caballos relativamente pequeños, muy fuertes y resistentes. Instalaban transitoriamente unas tiendas llamadas ‘yurt’ y se alimentaban principalmente de carne y derivados lácteos como leche de yegua o leche fermentada de burra. El clima en las estepas de Mongolia es sumamente inhóspito ya que puede oscilar desde 45 º C en junio hasta -50 º C en enero. En esa época las tribus mongoles consideraban que el agua es divina y no debía ser contaminada, por lo cual nunca se bañaban, y podemos imaginarnos el hedor que despedían (1).

Temujin unificó a las tribus de mongoles y en 1206 fue nombrado Gengis-Kan (gobernante universal) y se propuso conquistar el mundo. Gengis-Kan nunca perdió ni una sola batalla y está considerado un gran genio militar. Entre otras razones de sus sorprendentes victorias, es que se movilizaban muy rápidamente sobre sus caballos. En una ocasión recorrieron en Hungría 432 Kms. en 3 días. Cabalgaban día y noche y dormían mientras cabalgaban sobre sus caballos. Si no tenían qué comer, perforaban un pequeño orificio en la vena yugular de su caballo y bebían sangre y cerraban la herida. Cuando atacaban, lo hacían de repente y desde distintos lugares concentrándose en el lugar de ataque, apabullando al enemigo y masacrando a hombres, mujeres y niños. En 1215 atacó a China y conquistó Pekín. Cuando murió en 1227 dejó a sus hijos un vasto imperio que se extendía desde Irán y Kazakhstan en el occidente, a través de toda Asia central y norte de China hasta el mar de Japón. Luego de su muerte, sus herederos extendieron el imperio mongol desde el Mar Negro hasta las costas del Pacífico de China. Era dos veces más grande que el Imperio Romano cuando éste último llegó a su mayor extensión.

El historiador ruso alemán Michael Pradwin (1894-1970) publicó su conocida obra: ‘Gengis-Kan’ en 1935 y refiere que en una ocasión Gengis-Kan dijo a sus oficiales que: “¡La mayor felicidad en la vida humana es vencer a los enemigos y perseguirlos! ¡Cabalgar sus caballos y quitarles todo lo que posean! ¡Hacer que vean, bañadas de lágrimas, las caras de los seres que les fueron queridos, y estrechar entre los brazos a sus mujeres e hijas” (2)…De hecho, Gengis-Kan violó y embarazó a tantas mujeres, que se calcula que una de cada doscientas personas que viven actualmente en el planeta, descienden directamente de él (3).

La obra de Pradwin entusiasmó e inspiró a Adolf Hitler (1889-1945) y Heinrich Himmler (1900-1945) que fue líder nazi alemán de las SS desde 1929 hasta 1945, obsequió una copia de la obra a cada agente de las SS (4). Por otra parte, el psiquiatra austríaco Sigmund Freud (1856-1939) en su obra: ‘El Malestar de la Civilización’ (1930) expresa una concepción muy negativa del humano y refiere el famoso dicho: ‘Homo homini lupus’ (el hombre es un lobo para el hombre) y dice: “Cualquiera que recuerde las atrocidades cometidas durante las migraciones raciales, o las invasiones de los Hunos, o el pueblo conocido como los Mongoles bajo Gengis-Kan y Tamerlán, o la captura de Jerusalén por los piadosos Cruzados – cualquiera que recuerde estas cosas tendrá que aceptar con humildad la verdad de esta apreciación” (Cap. V).

Por otra parte, se conocen algunos indicios de que Gengis-Kan pudo haber sido bisexual.  El periodista Michel Hoang ha publicado una de las biografías más reconocidas de Gengis-Kan,  y en el Capítulo 5, en una sección que titula ‘Una extraña amistad’ refiere en detalle el íntimo trato que Temujin (que desde 1206 se llamó Gengis-Kan: Gobernante Universal) tuvo con otro líder mongol llamado Jamuka. La vida de Gengis Kan fue el tema de dos crónicas mongoles probablemente escritas poco después de su muerte en 1227. La primera es ‘El Libro de Oro’ que refiere la línea ancestral de Gengis-Kan. El original mongol se ha perdido pero existe una versión china de 1263. La segunda crónica es ‘La Historia Secreta de los Mongoles’ que incluye una genealogía mítica de Gengis-Kan y una narración épica de su reinado. El original mongol de esta crónica también se ha perdido, pero fue copiada en chino como ‘La Historia Secreta de la Dinastía Yuan’ por el nombre de la dinastía que adoptaron en China los descendientes de Gengis-Kan, cuando se entronizaron en Pekín después de conquistar China en 1279. La segunda crónica estaba destinada para los familiares de Gengis-Kan y de ahí su título de ‘Historia Secreta’.

Aunque obviamente ambas crónicas tenían un carácter panegírico, a diversos autores les ha llamado poderosamente la atención que en ‘La historia Secreta’ se narran episodios que sugieren que quizás Gengis Kan fue bisexual. En efecto, tuvo una esposa llamada Borte y tuvo hijos y violó a muchas mujeres, pero Hoang refiere que los mongoles tenían el término ‘anda’ que significaba: ‘hermano por juramento’ y en ‘La Historia Secreta’ se dice en un pasaje que: “Temujin y Jamuka renovaron su unión ‘anda’ y dijeron ‘nos amamos”. En otro pasaje se dice: “Ellos se declararon ‘anda’ y se juraron amor mutuamente, celebraron fiestas y banquetes y en la noche durmieron juntos bajo la misma manta. Temujin y Jamuka se amaron; ellos se amaron durante un año y medio”.

Michel Hoang señala: “rara vez el cronista de la Historia Secreta habla tan efusivamente o con tanta extensión sobre el amor”. Unas líneas más adelante Hoang se pregunta: “¿La ‘hermandad jurada’ disimulaba otro tipo de intimidad?”. Hoang agrega que los estudiosos de la vida de Gengis-Kan no saben cómo interpretar que: “ellos dormían juntos debajo de la misma manta”.  Pero Hoang señala que  la expresión: “ellos se amaban, repetida cuatro veces en unas pocas líneas da sustento a la teoría de que era un tipo especial de amistad llevada a su conclusión” (5).

Luego Temujin y Jamuka se volvieron enemigos a muerte y guerrearon con crueldad entre ellos y finalmente Temujin (que luego fue Gengis-Kan) ejecutó a Jamuka.

Por otro lado, muchas veces tenemos la tendencia a pensar que los buenos triunfan y los malos fracasan. Pero la historia evidencia que frecuentemente ha triunfado la barbarie.  De hecho, en el año 2005 el conocido psicólogo social estadounidense David M. Buss (nac. 1953) publicó una obra titulada ‘El asesino en la puerta vecina. Por qué la mente humana está diseñada para matar’ (6) En pocas palabras, Buss plantea en su obra que por evolución darwiniana de nuestros ancestros, el humano actual tiene una potencialidad para matar por muy diversos motivos, aunque no se manifieste en la vida real. Durante 7 años Buss y su equipo se dedicaron a estudiar la potencialidad asesina del humano en diversas partes del mundo. Ellos preguntaban a las personas si alguna vez habían pensado en matar a alguien y encontraron que un 91 % de los hombres y un 84 % de las mujeres habían ‘pensado intensamente’ al menos una vez, en matar a alguien y describieron sus casos (7). Luego Buss refiere una serie de estudios de esqueletos de ancestros de nuestra especie y muchos murieron violentamente. Nuestros ancestros vivían en grupos que continuamente guerreaban unos con otros y la probabilidad de muerte por violencia era muy grande, sobre todo en hombres. El filósofo estadounidense William James (1842-1910) es muy conocido por su obra sobre el ‘pragmatismo’, pero también publicó en 1890 una obra titulada ‘Principios de Psicología’, y en el capítulo titulado ‘Instinto’ dice: “Nosotros, los representantes de una línea de actores que fueron exitosos en un escenario de masacre tras otro, aunque tengamos también virtudes más pacíficas, debemos poseer también, listas para encenderse en cualquier momento, las características siniestras y reprimidas de carácter, por las cuales esos actores vivieron a través de muchas masacres, haciendo daño a otros pero logrando no ser dañados”.

No obstante, el eminente psicólogo darwiniano canadiense Steven Pinker (nac. 1954) en su importante obra ‘Los mejores ángeles de nuestra naturaleza. Por qué la violencia ha disminuido’ (8), publicada en 2011, proporciona sólidas evidencias de que la violencia ha disminuido en el transcurso de la historia. Es decir, a pesar de la potencialidad violenta del humano, poco a poco se ha estado imponiendo la convivencia pacífica y civilizada…¡Lo cual es muy grato de escuchar!

NOTAS:  (1) Pags. 101-105 en James C. Davis (2004) ‘The Human Story’. Harper (2) Pag. 42 en Michael Pradwin (1956) ‘Gengis-Kan’. Edit. Juventud (3) Pag. 85 en Daniel H. Haybron (2013) ‘Happiness. A Very Short Introduction’. Oxford Univ. Press. (4) En Internet: ‘Michael Pradwin’, Wikipedia the Free Encyclopedia (5) Pags. 99-101 en Michel Hoang (1990) ‘Genghis Khan’. Saqi Books. (French edition: 1988).  (6) David M. Buss (2005) ‘The Murderer Next Door. Why the Mind Is Designed to Kill’. Penguin Books. (7) Pag. 8 en David M. Buss, Op. Cit. (8) Steven Pinker (2011) ‘The Better Angels of Our Nature. Why Violence has Declined’. Penguin Group

ernestorodri49@gmail.com

 

 

 

 

 

 

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