La tasa de mortalidad por suicidio es un indicador de la meta 3.4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: de aquí al 2030, reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles mediante su prevención y tratamiento y, promover la salud mental y el bienestar
Tras ver con preocupación que el inicio de este 2018 ha estado marcado por tres suicidios en el municipio Boconó, el equipo de Diario de Los Andes consultó a la psicólogo Génesis Paredes para entender un poco el fenómeno, que a su juicio incrementa en la actualidad, principalmente, por la situación económica del país.
La Organización Mundial para la Salud (OMS) lo ratifica, 78% de todos los suicidios se producen en países de ingresos bajos y medianos; por eso anualmente según estimaciones de la OMS 800.000 personas se suicidan al año y es la segunda causa principal de defunción en el grupo etario de 15 a 29 años de edad.
La psicólogo explica que “el suicidio no es más que un acto deliberado de una persona para atentar contra su vida”, pero -acota- “hay diversos factores que pueden ocasionarlo y muchas veces sólo la persona conoce la razón”.
“Los trastornos mentales pueden incidir para que una persona pierda el miedo profundo a la muerte y el sentido de la vida; pero también es común una mente suicida producto de problemas familiares, amorosos, de depresión, dolores y enfermedades crónicas; aunado a la creencia de tener poca capacidad para enfrentarlos”.
En el caso particular de Boconó la ingestión de plaguicidas en las zonas rurales es el método más usado para estos actos suicidas, mientras el ahorcamiento y las armas de fuego en áreas urbanas.
Para contrarrestar esta realidad, asevera Paredes, es necesario psicoeducar más a la ciudadanía, “no forma parte de la prevención el obviar estos temas, todo lo contrario, hay que desmontar el mito de que hablar sobre suicidio con una persona es incitarlo a ello”.
Recomienda Génesis Paredes estar alerta e identificar comportamientos extraños, “el suicidio no es un acto de valentía. Sería de valientes buscar ayuda, apoyo de familiares y sobre todo de especialistas para tener herramientas necesarias”.
Prevención
Los suicidios son prevenibles, restringiendo el acceso a los medios de suicido, dar información responsable en medios de comunicación, introducir políticas orientadas a reducir el consumo nocivo del alcohol, capacitar el personal sanitario no especializado, en la evaluación y gestión de conductas suicidas; realizar seguimiento de la atención dispensada a personas que intentaron suicidarse y prestar apoyo comunitario.