Un sistema de información geográfica (SIG), utiliza geodatos para describir objetos y eventos, ubicados en sitios específicos. Se trata de información geográficamente referenciada que puede ser digitalmente integrada de la manera más conveniente (mapas inteligentes) y utilizada en la creación de capital social, a través de narrativas apropiadas. Adicionalmente, los SIG son muy útiles para la toma de decisiones porque permiten realizar un análisis relacional, integrando los aspectos sociales, económicos y ambientales, propios del proyecto y su entorno. Es primordial, para una tecnología social, utilizada en la formación de capital social comunitario, contar con un SIG, para facilitar el trabajo de cada líder, en su respectiva localidad y en armonía con las otras.
Un proyecto conjunto, entre AT&T y Argonne National Laboratory (Dangermond, 2022), nos da una idea del poder de la tecnología de los SIG, al modelar riesgos naturales propios de regiones estadísticamente más vulnerables en los Estados Unidos. El fin es poder responder eficazmente a los desastres (inundaciones y huracanes, entre otros) y planificar óptimamente las inversiones de capital, para mejorar la resistencia de las redes de celulares, teléfonos e internet. El enfoque geográfico permite superponer capas de mapas de cualquier índole, facilitando el entendimiento del problema y la búsqueda de soluciones alternativas, en una sola imagen. El nivel de detalle en una localidad georreferenciada es tal que interacciones entre actores pueden ser analizadas.
La narrativa es otro componente importante, al lado de la visualización geoespacial (geodatos), para generar capital social referido a una localidad específica; también, esa “historia” está ligada al capital conversacional y a la Teoría U, de Otto Scharmer (2016). Vemos la omnipresencia de la digitalización; y, día a día, aumenta la cantidad de objetos capaces de reportar su localización. En Hispanoamérica, tenemos la oportunidad de comenzar a utilizar los SIG, en la formación de capital social comunitario, para la solución de problemas de baja complejidad, como puede ser el suministro de agua potable o cualquier otro servicio básico (electricidad, gas, etc.) de manera confiable. Es cuestión de formular el proyecto y echarlo a andar con los líderes comunitarios.
Tomemos el caso de la distribución de agua en una comunidad. Identificamos, en primer lugar, a los actores sociales interesados en el proyecto, quienes construirán sus propias redes, con el apoyo de la Tecnología Social SAI para crear capital social con sus relaciones interpersonales, dentro y fuera de su comunidad. De ese simple ejercicio saldrá la identificación de muchos otros problemas que inciden en el problema original (agua); por eso, es importante usar herramientas como el análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas), ACR (Análisis de Causa Raíz), etc. Indiscutiblemente, un grupo de asesores debe estar disponible al Equipo.
Supongamos que al abordar las causas raíz del problema, luego de realizar un ACR, concluimos que parte del mismo radica en la estación de bombeo de agua. Simplemente, ampliamos la red de interesados en el proyecto (stakeholders); y, volvemos a utilizar las herramientas a nuestra disposición, por tratarse de un proceso reiterativo, para la mejora continua. A medida que crezca la red SAI nos iremos percatando del beneficio de utilizar los SIG, para aumentar la cantidad de capital social derivada del proyecto. Asimismo, observaremos cómo pequeños logros motivarán a los gobiernos locales a invertir en el proyecto. Los ciudadanos debemos dar el primer paso.
Referencias:
Dangermond, J. (2022). The golden age of geography. Forbes.
Scharmer, O. (2016). Theory U (second edition).
NOTA:
Aquí encontrarás una introducción al tema del CAPITAL SOCIAL: https://youtu.be/gRXjjZkCrzo.
Autor:
José María Rodríguez, PhD
tecnologiasocialadaptativa.sai@gmail.com
Ingeniero, con doctorado en investigación de operaciones (optimización), graduado en Canadá. Experto en planificación y control de proyectos. Ex-Presidente-Fundador de la Fundación para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología, FUNDACITE-Guayana. Ex-parlamentario, Congreso Nacional. Actualmente: Director de Proyectos, Tecnología Social Adaptativa e Inteligente (SAI).
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