Sistema Hidráulico Trujillano: Más que una idea, una oportunidad de desarrollo

Las empresas regionales hidráulicas de Venezuela, ubicadas actualmente en los estados Trujillo, Cojedes, Lara, Zulia, Guárico y Falcón, surgieron producto de una nueva dimensión institucional a partir de 1992, en respuesta a un contexto económico local en el que se buscaba la asignación de recursos a algunas regiones del país para apuntalar su desarrollo regional integral, basado en la administración o gestión de los recursos hidráulicos bajo el enfoque holístico del uso racional de los recursos naturales.

Los antecedentes del origen del Sistema Hidráulico Trujillano están entre el 6 y 7 de diciembre del año 1991, cuando se realizaron en la ciudad de Valera, las primeras Jornadas sobre Desarrollo de los Recursos Hidráulicos del estado Trujillo, dirigidas a la creación de un ente que tuviera la capacidad de recibir, administrar y generar recursos financieros en el marco del aprovechamiento integral de los recursos hidráulicos localizados en la cuenca del río Motatán.

El objeto del Sistema Hidráulico Trujillano quedó establecido en la cláusula segunda de sus estatutos, en los términos siguientes: la administración de los recursos financieros previstos en la ley, así como la administración, fomento y coordinación de todas las actividades relacionadas con el aprovechamiento y conservación de los recursos naturales renovables, con énfasis en los recursos hidráulicos, en coordinación con el Consejo Nacional de Riego y Saneamiento de Tierras; la planificación, promoción y ejecución de proyectos de desarrollo rural integral, orientados al mejor aprovechamiento de los recursos hidráulicos y operar como autoridad de área en el desarrollo rural integral en la cuenca y planicie del río Motatán.

El Sistema Hidráulico puede ser asumido como una institución a partir de la cual es factible desarrollar, a corto plazo, un potencial programa de desarrollo como sistema de producción local en función del despegue económico integral y sostenible del estado Trujillo

El Sistema Hidráulico Trujillano, en función a sus potencialidades, fue creado como un instrumento promotor del desarrollo para el estado Trujillo, a través de la prestación de servicios técnicos relacionados con el aprovechamiento integral de los recursos hidráulicos. La premisa básica en la cual se fundamenta este objetivo parte de considerarlo como un componente fundamental dentro de una estrategia global de desarrollo regional para la región de los Andes, en particular del estado Trujillo, basado en procesos productivos de tipo agrícola, pecuario, agroforestal, agroindustrial, agroecológico y ambiental; a través del aprovechamiento integral de los recursos hidráulicos que conforman la cuenca del río Motatán, de acuerdo con lo establecido en su Plan Maestro.

Muchas son las fortalezas y oportunidades que ha tenido el Sistema Hidráulico para desplegar un proceso autogestionario como empresa pública llamada a promover proyectos de desarrollo. Estas fortalezas y oportunidades fueron las siguientes:

 La reestructuración

Sobre la base de la Justificación Jurídica de Reestructuración, elaborada por la consultoría jurídica del Sistema Hidráulico Trujillano, incluida en el documento de reestructuración aprobado en la junta directiva No. 115, de fecha 26/11/1999, es pertinente señalar que los elementos clave para llevar a cabo este proceso de reestructuración fue la conceptualización de la nueva visión, misión, principios y lineamientos empresariales, toda vez que conforman los componentes rectores de un nuevo proceso que tuvo como finalidad la “autogestión”, basada en la competitividad y rentabilidad que demuestre la empresa en la prestación de servicios de alta calidad, con miras a garantizar su permanencia.

Su visión especificaba ser la empresa líder en el manejo sustentable de los recursos naturales y en la prestación de servicios técnicos y ambientales de excelencia, con la misión de fomentar y coordinar las actividades que estén relacionadas con la conservación de los recursos suelo, agua, flora y fauna, impulsando un desarrollo agro-socio-económico sostenible en la cuenca del río Motatán, con énfasis en el uso y manejo integrado de sus recursos hídricos, que permita la autogestión de la empresa y contribuya a mejorar la calidad de vida y la justicia social del pueblo trujillano, cuyos principios constituían la razón fundamental que orienta al Sistema Hidráulico como empresa de servicios autogestionaria.

Estas premisas básicas son las siguientes:

 

Su  norte era:

 

El Sistema Hidráulico Trujillano buscaba el desarrollo científico con el establecimiento de convenios entre instancias universitarias y centros de investigación y excelencia académica de la región andina. Incluso se firmaron convenios con la Universidad de Los Andes (ULA), con el Centro de Investigaciones Parasitológicas José Witremundo Torrealba  (hoy Instituto Experimental) y el Centro Interamericano de Desarrollo e Investigación Ambiental y Territorial (Cidiat). El propósito de estos acuerdos iba dirigido a la ejecución de actividades de formación del personal de la empresa y de presentación de algunas soluciones a comunidades de la región, aprovechando las actividades de investigación que en cada uno de esos centros se lleva a cabo.


Con el Sistema Hidráulico Trujillano, se buscaba:

Estimular la económica nacional. A partir de las gestiones realizadas para la ejecución de veintidós (22) obras y proyectos con recursos provenientes de seis (06) fuentes de financiamiento (Ley Paraguas año 2000; Crédito Interno año 2001; Plan de Sobremarcha del Marn; Créditos externos y el Convenio Hidroandes-SHT).

Integración económica internacional. Estaba referida al desarrollo de contratos, convenios y negocios entre instituciones nacionales y organizaciones internacionales, de carácter privado o público, dirigidas a la ejecución de actividades relacionadas con sus funciones. Para el caso de la cuenca del río Motatán, un ejemplo de integración económica internacional lo representaba el Proyecto “Aprovechamiento integral de los recursos hidráulicos de la cuenca del río Motatán del estado Trujillo (Trujillo II)”, cuya ejecución estuvo a cargo de la empresa Sir Williams Halcrow & Patnerts Inc.

Limitaciones. En relación a la infraestructura física, sigue existiendo en la empresa una gran debilidad. El Estado venezolano no le ha asignado espacios que permitan el establecimiento, no sólo de su sede administrativa, sino también de otras áreas importantes, como por ejemplo, aquellas destinadas al almacenamiento de equipos de perforación, de mantenimiento vial y mecanización agrícola como medida de resguardo y custodia de estos bienes nacionales. Actualmente, funciona en terrenos propiedad del ahora Ministerio del Poder Popular para la Agricultura y Tierras, pero ello ha significado un obstáculo al momento de que los recursos gestionados por un ente del Estado sean invertidos en las instalaciones de otro ente estadal.

 

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