Dirigentes aseguran que no hay mucho que conmemorar el Primero de Mayo. Responsabilizan a Maduro de la caída del poder adquisitivo y la fuga de talento
El mandatario Nicolás Maduro, que se ha autoproclamado “el presidente obrero”, ha señalado en reiteradas ocasiones que desde su ascenso al poder en 2013 ha decretado 21 aumentos salariales para proteger a los trabajadores. Dirigentes sindicales sostienen que esos incrementos lo que han hecho es debilitar la calidad de vida de los empleados: redujeron el poder adquisitivo a la mínima expresión.
Aseguran que es poco lo que hay que celebrar el Primero de Mayo, pues en cinco años el gobierno ha pulverizado el salario mínimo y le ha quitado valor a las prestaciones sociales. También ha destruido puestos de trabajo, ha provocado la fuga masiva de talentos y son constantes las persecuciones contra los trabajadores.
Servando Carbone, coordinador de la Federación Nacional de Trabajadores del Sector Público, declaró que esta ha sido la “gestión más nefasta” de un presidente que dice ser obrero, porque ha restado muchos beneficios laborales.
“Las prestaciones sociales eran el ahorro del trabajador. Uno sabía que tenía eso allí y que lo podía utilizar, en algún momento, para diferentes gastos. Hace años ese dinero alcanzaba para costear algo. Ahora, si son 60 días que se depositan trimestralmente y el empleado gana salario mínimo, cuando llegue a diciembre lo que tiene ahorrado no va a servirle para nada por la hiperinflación que tenemos”, afirmó.
“Se esfumaron las prestaciones sociales. Maduro acabó con los ahorros de los trabajadores”, destacó Marcela Máspero, presidente de la Unión Nacional de Trabajadores.
Dijo que Maduro se convirtió en el sepulturero de los derechos humanos y laborales. “En estos 5 años de gobierno, el salario real y el poder adquisitivo se han deteriorado más de 5.000%. Esto significa que el empleado que recibe salario mínimo no puede cubrir el precio de la canasta básica, a pesar de que la Constitución establece que los salarios deben estar ajustados al costo de la canasta (en marzo se situó en 75,4 millones de bolívares). Los trabajadores tenemos un salario integral (1.307.646 bolívares), con el que apenas se puede comprar un cartón de huevos”.
La destrucción del empleo
Registros de la Unión Nacional de Trabajadores muestran que los puestos se han perdido por el cierre de empresas, tanto privadas como vinculadas al Estado, y también por los despidos masivos que se han llevado a cabo. “En los 5 años de mandato de Maduro se han perdido 4.750.000 puestos”, aseveró Máspero.
“De 9.000 empresas que había en el país, ahora solo operan 3.000. Con el cierre de estas compañías se perdieron todos esos empleos, lo que ha generado una tasa mayor de desempleo”, añadió Dick Guanique, dirigente del Frente Autónomo en Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato.
La situación ha provocado un incremento de la economía informal y abarca 52% de la masa laboral.
Éxodo masivo
“Llevamos un registro de 900.000 trabajadores que se han ido del país, específicamente a Colombia. Pero se maneja una cifra de hasta 1.500.000 trabajadores que han emigrado entre 2017 y lo que va de año por las difíciles condiciones en el país”, expresó Máspero.
Guanique refirió que por primera vez en la historia los venezolanos están migrando en búsqueda de una mejor calidad de vida. “Las condiciones laborales que existieron en algún momento hoy no están, y tampoco se ve interés del Estado en mejorar las políticas”, indicó.
La nómina de Petróleos de Venezuela se ha reducido por la masiva fuga de profesionales de rango alto y medio, operadores y técnicos, que dejan cargos difíciles de llenar.
Iván Freites, directivo de la Federación Única de Trabajadores Petroleros de Venezuela, ha declarado que más de 25.000 empleados de áreas operacionales clave renunciaron entre 2017 y enero pasado. Las razones que expone son la hiperinflación, el hambre y las presiones de la gerencia en manos de militares.
La fuga de talentos también ha perjudicado a la Cantv: 40% de la nómina de gerentes de línea y dirección, técnicos calificados y profesionales, fundamentalmente ingenieros, han renunciado por los bajos salarios.
Continúa el acoso
Las persecuciones y amenazas contra los trabajadores, e incluso a sus familias, es otro rasgo de la gestión de Maduro, señaló Máspero. “Tenemos 7 denuncias en la Organización Internacional del Trabajo por persecuciones. También tuvimos que solicitar medidas de protección para 39 dirigentes del sector público y petrolero”, agregó.
Guanique sostuvo que el “terrorismo laboral” es una característica de este gobierno. “Han creado terror a los trabajadores al momento de exigir sus derechos de protestar. Estas acciones se han convertido en parte de las políticas del Estado”.
Imposición de sindicatos
Carbone indicó que el gobierno ha intentado suprimir o dividir el movimiento sindical con la imposición de organizaciones paralelas. “La creación de nuevos sindicatos tuvo su auge en algún momento, pero los trabajadores comenzaron a darse cuenta temprano de que eso era una especie de montaje. Lo que ha habido es una reivindicación de los sindicatos”, afirmó Carbone.
Máspero aseveró que el gobierno lo que ha buscado es dividir y comprar a los líderes sindicales. “A los sindicatos no nos han debilitado porque hay convicciones claras a pesar de las restricciones que nos puedan imponer”.
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