El sector de la construcción en Táchira es uno de los más golpeados. Las vacantes de trabajos han ido en declive ante la paralización de la contratación de obras, tanto de los entes públicos, como en el sector privado.
En una de las construcciones más visibles de la parte alta de la ciudad, cerca de la Redoma de Los Arbolitos, se observa la estructura de al menos seis bloques de edificios en los que pudieran estar empleados al menos 500 trabajadores, pero la obra lleva años paralizada, al igual que docenas de obras residenciales privadas en San Cristóbal.
Así lo explica Ramiro Parada, secretario ejecutivo de la construcción del estado Táchira, quien destaca que el desempleo en el gremio se ubica en un 99 % en la entidad.
«El gobierno nacional no ejecuta ninguna obra de construcción en el estado Táchira. Por ello, solicitamos al gobierno nacional que active el aparato productivo en el estado», comenta.
El Sindicato de la Construcción del estado Táchira alberga a 27.000 trabajadores afiliados, quienes desde hace 7 años comenzaron a ver el descenso de sus movimientos laborales en la industria de la construcción, a raíz de la devaluación de la moneda y escasez de materiales para llevar a cabo los proyectos.
Parada recuerda que la última obra de envergadura que se desarrolló en la región fue cuando ocurrió la Copa América en el año 2005, y la única obra importante desarrollada por el gobierno nacional fue la estructura del Seniat de la Avenida Rotaria.
«Las construcciones privadas están paralizadas, los empresarios están vendiendo toda la maquinaria porque ya se volvieron chatarra», expuso Parada.
Importantes obras sin movimiento
Parada menciona que importantes obras que se desarrollaban en la Represa Uribante Caparo están totalmente paralizadas. Al igual que las labores de trabajo en la Autopista San Cristóbal- La Fría, la cual se encuentra inconclusa en varios tramos.
«Si activaran los frentes de trabajo en la autopista se emplearían a unos 5000 trabajadores directos y unas 20.000 personas de forma indirecta”.
Dos construcciones de una reconocida cadena de supermercados están estancadas, un proyecto en La Fría quedó en movimiento de tierra, y la otra en Rubio quedó con un 50 % de la estructura parada. En estas obras pudieran estar empleados unos 700 constructores, considera el secretario del Sindicato.
Obreros de la construcción han migrado
Mientras que el Sindicato estima que el 50 % de los obreros han migrado del país, en busca de mejores condiciones tanto de salario, como de actividad laboral.
Gran parte de los operadores de maquinaria están envejecidos y se complica la búsqueda de este recurso humano; tampoco hay suficiente mano de obra en carpintería, albañilería ni electricistas.
Cobran en moneda extranjera
Los trabajadores de la construcción también han adoptado el cobro por sus servicios en pesos o dólares. Pues el salario que está impuesto por la contratación colectiva está por el orden de 4.000.000 de bs, diarios, que a la suma del mes son cerca de 120.000.000 de bolívares. Esta cantidad al mes no llega a 150.000 pesos colombianos.
Parada considera que un obrero de la construcción debe tener un sueldo mensual de 600 dólares, para cubrir la cesta básica y equiparar gastos por concepto de vestido, calzado, vivienda, educación, entre otros.
«Los trabajadores de la construcción estamos cobrando semanal 200.000 pesos, el ayudante 200.000 pesos, el albañil 250.000 y maestro de obras está cotizado en 400.000 pesos. Además, una semana por mes las garantías de las prestaciones sociales, algunos empresario pagan», detalla Ramiro Parada.
Por el momento, las únicas obras que se están ejecutando en la región son con ayudas internacionales que manejan organizaciones de cooperación internacional.
Por parte del Protectorado del Táchira, le están pagando a los obreros 200.000 pesos mensuales, indica Parada, sueldo que en una región con su economía completamente colombianizada, es insuficiente.
“El señor Freddy Bernal tiene a los obreros trabajando la construcción pero no aplica la convención colectiva de la construcción y tiene que aplicarla”, dijo Ramiro Parada, quien exhorta a las autoridades que deben asegurar y dotar de elementos de protección personal (cascos, guantes, botas de seguridad, dependiendo de la actividad que se desempeñe) a los obreros de la construcción que están desempeñando estas labores.