Sin insumos médicos y con una obra inconclusa se encuentra el ambulatorio de San Félix

Prácticamente con un par de guantes y sin insumos básicos para la atención se encuentra la medicatura de San Félix, parroquia Rivas Berti en el municipio Ayacucho, zona norte del Táchira. Además este pequeño dispensario quedó con una obra de ampliación inconclusa  desde el año 2007.

 

“En el año 2007, el gobierno Ronald Blanco La Cruz nos dejó esto así abandonado y hasta el momento no se ha podido hacer más nada. Pedimos al Ministerio de Salud o cualquier institución que nos pueda echar la mano con la recuperación de esta instalación que hace mucha falta para la parroquia”, informó Marcos Contreras, prefecto de la parroquia.

Estructura de la ampliación del dispensario de salud en la parroquia Rivas Berti, situado en San Félix.
A medias quedó la obra, iniciada en el año 2007 durante el gobierno de Ronald Blanco.

 

 

 

 

 

 

 

De haberse logrado la ampliación de este dispensario de salud, la población de San Félix y sus alrededores  contarían con la atención de tres médicos.

 

Los más de 7000 habitantes de la parroquia Rivas Berti, en momentos de emergencia deben movilizarse hasta Colón, capital del municipio, o hasta La Fría, municipio García de Hevia. Esto  les produce más gastos económicos en momentos de urgencias,  aunado a la escasez de gasolina, lo que pone en riesgo la vida de las personas frente a una precaria atención médica.

 

Poco personal ante bajos sueldos

 

Al lado de la obra inconclusa está la sede antigua, un poco más pequeña. Allí el personal de salud no escapa de la realidad que viven los centros asistenciales del país. De nueve enfermeras que prestaban el servicio, ahora solo quedan seis.

De nueve enfermera, ahora solo quedan seis, para la atención de los pobladores

El personal carece de  insumos médicos para atender a los pacientes que acuden. Tres enfermeras cubren el turno diurno en la medicatura y tres cubren el turno de la noche.

 

“En este momento no tenemos ni gasas, ni guantes, absolutamente con nada, hace poquito me llegó un herido y ellos deben comprar las cosas para poder atenderlos. Con lo poquito que hay con esos trabajamos nosotros. Es más ni sueldo tenemos, porque en realidad lo que ganamos son 3.000.000 de bolívares quincenal”, relató  María Rodríguez, enfermera del ambulatorio.

 

Ramírez confesó que realiza la labor de enfermería por amor a su pueblito.

 

En el ambulatorio atienden todo tipo de patologías.  Siendo este el más cercano, llegan habitantes de diversas aldeas, pues es una zona rural.

 

En la población de San Félix tampoco cuentan con ambulancia porque hace un año la sacaron a reparar y el personal desconoce su paradero.

 

Por fortuna, en este centro asistencial cuentan con un galeno que ofrece atención a los lugareños de manera constante.

 

La enfermera relata que con la terminación de la nueva sede aspiraban tener hasta servicio de odontología. Pero por ahora, la estructura está  comenzando a deteriorarse con la lluvia. A la obra le faltan ventanas, puertas, acabados en los pisos y paredes.

 

“Ahorita nada es gratis, si a usted le duele algo tiene que buscar la forma de pagar, aquí quisiéramos que nos tomaran más en cuenta”, expresó la trabajadora de la salud.

 

Salir de la versión móvil