La desesperación embarga a los tarjetahabientes y pensionados afiliados al Banco Bicentenario del Pueblo oficina Boconó, tras haber iniciado sus operaciones esta semana sin dinero ni material (plásticos para tarjetas de débito y chequeras).
El colapso en la calle Miranda es cada día más recurrente, sobre todo por la escasez de dinero en efectivo que se sigue acentuando en el municipio. Los adultos de la tercera edad, discapacitados y hasta mujeres embarazadas deben pernoctar en las aceras para ser atendidos a primeras horas de la mañana, sin embargo, ayer el sacrificio fue infructuoso. El mismo problema pero en menor escala se aprecia en el Banco de Venezuela.
Los usuarios añadieron padecer por las fallas en los puntos de venta y las kilométricas colas en establecimientos asiáticos de la ciudad, donde medianamente se consiguen productos de la cesta básica pero no a precios regulados. Exigen soluciones a las autoridades competentes y mayor eficiencia a las entidades financieras públicas.