El Banco Central de Venezuela (BCV) es la institución responsable de velar por la estabilidad monetaria y de precios, asunto que tiene mucho que ver con la preservación del poder adquisitivo de los hogares. Si el BCV falla en preservar la capacidad de compra de la moneda nacional y no logra mantener la estabilidad de los precios, esto se traduce en un deterioro del ingreso familiar y en un empobrecimiento generalizado de la población.
Para que pueda cumplir con éxito su misión, en la Constitución del 99 al BCV se le reconoció su carácter autónomo e independiente de las políticas del gobierno. El artículo 318 establece la autonomía del BCV en el diseño y ejecución de la política monetaria, en la regulación de la moneda, del crédito, las tasas de interés y en la administración de las reservas internacionales, así como su corresponsabilidad junto al Ministerio de Finanzas en el diseño de la política cambiaria. Y en el Artículo 320 de la Constitución se lee claramente que: “En el ejercicio de sus funciones, el Banco Central de Venezuela no estará subordinado a directivas del Poder Ejecutivo y no podrá convalidar o financiar políticas fiscales deficitarias”.
Sin embargo, estos mandatos constitucionales quedaron como letra muerta, toda vez que el BCV terminó siendo un órgano totalmente subordinado y funcional a las necesidades de financiamiento del gobierno. Con frecuencia escuchamos las críticas que se hacen al déficit de las empresas públicas y su financiamiento con desmesuradas emisiones de dinero sin respaldo que causan la hiperinflación.
A pesar de que la actuación institucional del BCV repercute sobre los ingresos y la prosperidad de las familias, empresas e instituciones, sus políticas y estrategias terminan siendo un tema de expertos, difícil de entender para el ciudadano de a pie. Para explicar y comprender qué fue lo que hicieron con el BCV y por qué esta institución no pudo cumplir con su mandato de preservar la capacidad adquisitiva de la moneda nacional, ni asegurar la estabilidad de los precios, en nuestra serie Diez conversaciones estelares con diez de los mejores economistas de Venezuela hemos invitado a José Guerra, ex Gerente de Estudios del BCV, diputado y ex presidente de la Comisión de Finanzas de la AN electa en 2015 y actual coordinador del Observatorio Venezolano de Finanzas. A José Guerra le preguntamos:
¿Cuáles son las políticas que compete diseñar al BCV y cuáles son los instrumentos que puede utilizar para preservar la fortaleza de la moneda y evitar que los precios se desquicien?
¿Cuándo fue que se descarriló el BCV? ¿Cuándo perdió su autonomía? ¿Por qué no fue capaz de cumplir con su mandato constitucional de defender la estabilidad de la moneda y de los precios?
¿En qué consistió la reforma a la Ley del BCV que impulsó la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional electa en las Parlamentarias del 2015 y que fue declarada anticonstitucional por el Tribunal Supremo de Justicia?
¿Serías partidario de cortar de un solo golpe el financiamiento monetario del déficit fiscal o serías más bien partidario de una reducción gradual de la emisión de dinero para financiar el gasto, sincronizando esta reducción con la reactivación de la economía y la recuperación de los ingresos fiscales? ¿Cómo visualizas esa transición?
¿Cuáles son los pros y contras que José Guerra le ve a la dolarización? ¿Cuáles problemas resuelve y cuáles no? ¿Se estaría metiendo a Venezuela en un callejón sin salida si se opta por una dolarización oficial? ¿O es posible revertir la dolarización una vez que se haya reactivado la economía y el fisco esté percibiendo suficientes ingresos fiscales para financiar el gasto sin recurrir a la emisión monetaria?
Vea y escuche las respuestas en el canal YouTube de #PedagogíaEconómica https://youtu.be/WdmFFcmtx5M
@victoralvarezr