Karley Durán.-CNP: 23.921.
Aunque se inició el plan «Cada familia una escuela» y en varias instituciones pareciera haber la intención de educar a distancia, algunos docentes del municipio Boconó mantienen su posición y lucha por la reivindicación salarial, social y de salud que antes existía en Venezuela; así lo dio a conocer Silvia Barazarte, Msc. en Educación Técnica.
En entrevista para Diario de Los Andes, la docente con 18 años de experiencia en el sector educativo espera que la acción de no incorporarse al nuevo año escolar 2020-2021, sea de ejemplo para muchos docentes que tienen miedo. A ellos les pide «coraje para hacer resurgir la educación y el país como nuestros hijos y nietos se lo merecen».
Cómo califica el inicio del nuevo año escolar a distancia?
«Como fuera de lo normal. No existen condiciones para realizar actividades pedagógicas dentro ni fuera del aula. Ni los docentes ni los estudiantes cuentan con los recursos tecnológicos suficientes y necesarios para realizar actividades a distancia. No existe servicio eléctrico continuo y de calidad, tampoco servicio de Internet. Además, no todos los estudiantes tienen teléfonos inteligentes o canaimas. Los profesores tampoco».
¿Están en condiciones las instituciones educativas para recibir personal en semanas de flexibilidad?
«Las instituciones educativas no tienen las condiciones para recibir personal de ninguna manera. Si hacemos una vista panorámica de las instituciones en Boconó y a nivel nacional, todas tienen deterioro en las salas sanitarias, en los techos y no hay ni recursos para la limpieza».
¿Cree que la educación a distancia es de igual calidad que la presencial?
«La calidad educativa a distancia no es igual a la presencial. La sociedad venezolana no esta preparada para educación a distancia. Nosotros no tenemos las condiciones ni la cultura para que estas clases sean de calidad. Tendríamos que cambiar muchos aspectos de la pedagogía para que eso sea real. Por otra parte, hay materias que requieren actividad presencial por el trabajo práctico que permite el desarrollo y las destrezas de los estudiantes».
¿Qué respuesta a sus peticiones le han dado desde el Ministerio o Zona Educativa?
«Hasta ahora no hemos recibido ninguna respuesta del Ministerio de Educación. Pareciera que nunca hubiesen pasado por un aula de clase o se les olvidó al estar detrás de un escritorio lo que significa estar de frente a 25 muchachos o en un pizarrón. Lo que hizo la Zona Educativa fue un listado y suspenderle de manera miserable el sueldo de los docentes».
¿Qué significa para usted ser una profesional de la educación en esta actual Venezuela?
«Ser un profesional de la educación en Venezuela sigue siendo un orgullo y un sacrificio porque son muchos los esfuerzos que hemos realizado para desarrollar actividades escolares. Debemos sortear situaciones cuando no tenemos gas, energía eléctrica, cuando no hay efectivo para el pasaje o cuando la distancia se hace a pie. Para los que no perdemos el espíritu de lucha es un orgullo, seguimos en pie de lucha porque vendrán cosas mejores para el país. Seremos protagonistas del cambio Dios permitirá que así sea».
¿Cree que la pandemia permitirá un cambio en el modelo educativo?
«Los docentes, padres y representantes hemos visto la reacción de niños y adolescentes ante este modelo educativo. Vivimos con niños confundidos, desorientados y desanimados».
¿Cómo vislumbra a niños y adolescentes ante este modelo de aprendizaje?, ¿tendrán buenos y suficientes conocimientos para enfrentarse a una universidad?
«La verdad dudo que tengan buenos y suficientes conocimientos, mucho menos para enfrentarse a una universidad. La educación a distancia para niños y adolescentes tiene ciertas debilidades. Si hablamos de andragogia es factible porque el desarrollo cognitivo del ser es distinto».
Tengo entendido que no se reincorporó a sus labores, ¿qué puede cambiar esta decisión?
«La única forma en que pueda volver al aula es que realmente tengamos una reivindicación salarial, social y de salud. Que se dignifique la profesión del docente, que tengamos las condiciones, es decir, se restablezca el reglamento del ejercicio del docente, se respete la jerarquización, se elimine la política partidista de las instituciones y vuelva a considerarse el valor ético, profesional y de formación de los profesionales del magisterio».
«Amo profundamente mi profesión, particularmente la educación agropecuaria que tiene mayor valor porque formamos la mano de obra capacitada para el campo y la producción del campo elementales para el desarrollo del país. Extraño a mis alumnos y mi aula, pero hay razones como el hogar y la familia que nos mantienen en lucha. Siempre nos dicen que violentamos los derechos de los estudiantes, pero dónde quedan los derechos de nuestros hijos, ellos también son estudiantes y no tenemos la posibilidad para atender su salud o para vestirnos como se lo merecen».