Los familiares de Ronald José Infante Hernández, de 33 años, pudieron retirar la cabeza de la morgue del Hospital Dr. Pedro Emilio Carrillo de Valera. Pese a que las autoridades no han podido localizar el resto del cuerpo, sus seres queridos podrán darle cristiana sepultura. El padre de familia, según la versión conocida, se dedicaba a la venta de azúcar, panela y harina. Justamente el 18 de diciembre de 2017 salió a comprar un saco de este alimento y desapareció.
El día 20 de diciembre, los trabajadores de una fábrica del sector Agua Clara, del municipio Pampanito, localizaron su cabeza en el monte. Las autoridades la trasladaron al centro de salud. La autopsia reveló una muerte atroz, su asesino lo mató y con saña separó la cabeza del cuerpo. Sólo él sabe donde quedó el resto del cadáver de su víctima. Por tal motivo, familiares y amigos esperan que las autoridades logren la identidad del responsable.