El pequeño templo o Capilla Santísima Trinidad como se le conoce, ubicado en el sector El Cedro de Betijoque, tiene severos daños en el techo, pues al mismo le falta la colocación de tejas que no permitan que las aguas pluviales penetren a la edificación, a la que concurren los católicos de la parte sur de Betijoque, pues su ubicación a un lado de la casa donde nació el Sabio Rafael Rangel, facilita la concurrencia de este sector de la población a las actividades religiosas.
Henry Matos, Walter Salas y Ana Cecilia Olmos en nombre de los vecinos del sector, que según lo que señalan quedaran sin templo, por las deplorables condiciones que presenta el techo de la pequeña iglesia, en casi completo abandono, no existiendo hasta los momentos, organismo público o privado, que les dé una ayuda, que permita reconstruir el techo, pues el mismo fue dejado solo con el manto asfaltico que el tiempo se ha encargado de dañar.
Refieren los declarantes que los últimos trabajos fueron efectuados a la capilla en la gestión del Alcalde Lisandro Pineda, quien prometió cuando asistió a una actividad religiosa dominical, reparar el techo, sin embargo este quedó solo en el manto, pues no colocaron las tejas que debe llevar, ahora las filtraciones cuando llueve se observan en un buen trayecto de la pequeña edificación.
Capilla de San Benito, San Isidro y la Santísima Trinidad
En los comienzos recuerda el arquitecto Henry Matos la capilla se inició para realizar la misa dominical y las festividades de San Isidro Labrador, después se convirtió en la capilla del Santo Sepulcro todos los Viernes Santo, alojando también las festividades de San Benito, pues todos los 26 de diciembre llegaba la imagen del Santo Negro en horas de la mañana, donde le era oficiada la homilía de ese día, conociéndosele como la Capilla de San Benito.
Un buen día, dicen los declarantes, se presentó en la misa dominical monseñor Vicente Ramón Hernández Peña, Obispo Diocesano de Trujillo, quien cambió el nombre de San Isidro y San Benito a Santísima, Trinidad, prometiendo, que pronto este templo sería asiento de la parroquia Santísima Trinidad, para lo cual deberían de irse preparando la feligresía para tal acontecimiento, habiéndose adquirido hasta una casa que está al lado de la capilla, donde viviría el sacerdote que vendría como titular de la parroquia, esto se olvidó, dijo Henry Matos.
Ahora, añadieron los declarantes, corremos el riesgo de no poderse celebrar ni las misas dominicales, y demás actividades religiosas como misas funerales, primeras comunión y otras, por las deplorables condiciones de nuestro pequeño templo.
Los declarantes esperan que una mano caritativa los ayude, bien del sector oficial o privado, dijeron Henry Matos, Walter Salas y Ana Cecilia Olmos.