La sequía en Cardenales de Lara cumplió la mayoría de edad. Hace 18 años fue la última vez que la gloria bañó al equipo con un título. Pero hay algunos de lluvia bendita para el nido escarlata. El equipo está a solo un paso de celebrar el campeonato de la temporada 2018-2019.
Los pronósticos que hacen pensar el fin de la aridez se incrementaron este viernes, después de que los crepusculares produjeron una tormenta de carreras sobre el Estadio Universitario. Vencieron 12 a 1 a Leones del Caracas, y pusieron la Gran Final 3-0 a su favor.
Es la primera vez en la historia que los aviares colocan una instancia decisiva 3-0. Ese es un déficit que nunca ha sido revertido en la LVBP. Lara lo hizo todo bien en el tercer juego de la final, el primero en la ciudad capital. El pitcheo tuvo el rostro de Williams Pérez, el bateo la cara de Willians Astudillo y la defensa se identificó de manera colectiva.
Hasta el tercer inning Pérez y Yohan Pino, iniciador y sustitución de los melenudos, estuvieron enfrascados en un duelo de lanzadores. El segundo recibió el primer ataque doloroso en el cuarto tramo, con vuelacercas de Astudillo. Así se abrió la jaula para que los pájaros salieran en bandada –aunque más como enjambre- su arroparan completamente al Caracas.
Los bates de Lara lucieron imparables en el quinto acto: Produjeron nueve anotaciones, un récord para la franquicia en finales. En el enorme racimo destacó un cuadrangular de dos carreras del antesalista Carlos Rivero, que fue retirado del juego un inning después como precaución, pues padece dolores en la pierna derecha.
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“Los muchachos estuvieron bien concentrados para sus turnos al bate. Sabemos lo que estamos jugando, el plan que seguimos. Se mantienen concentrados, buscando buenos pitcheos y las cosas salieron bien”, comentó el manager José Moreno, antes de recordar la noche de Astudillo, que se fue de 5-3 con cuatro carreras remolcadas. “Siempre he dicho que el bateo es contagioso. Tener a Astudillo en el medio del lineup es un plus, es un pelotero versátil y un tremendo bateador”.
Pérez estuvo perfecto por cuatro episodios. El no hitter se le acabó en el quinto, y con un infield hit de Jeffrey Báez. Le dio paso al bullpen del Cardenales al finalizar el capítulo, pero fue suficiente para apuntarse la victoria. La derrota fue para Pino.
La única rayita del Caracas fue obra de un sencillo de Wilfredo Tovar, en el sexto inning, contra Jesús Sánchez. “La defensa jugó muy bien, pero el pitcheo de nosotros no hizo el trabajo. Ellos no fallaron los pitcheos que fueron a buscar”, dijo Mike Rojas, manager de Leones. “Todos mis jugadores son hombres. La forma de hablarles a ellos es siempre positivo, no les voy a caer encima. Hemos visto el esfuerzo de estos muchachos. Hay que venir mañana y ganar cuatro en fila”.
Cortesía Prensa LVBP