SERENDIPIA, ANTISERENDIPIA Y PSEUDOSERENDIPIA EN LAS VIDAS HUMANAS | Por: Ernesto Rodríguez

 

Ernesto Rodríguez (ernestorodri49@gmail.com)

 

El término «Serendipia» es un neologismo en castellano y se emplea para describir los casos de descubrimientos accidentales en ciencia. Pero veamos primero el origen del término.

En el idioma inglés el término «Serendipity» fue acuñado por el escritor británico Horace Walpole (1717-1797) en una carta a su amigo Sir Horace Mann (1706-1786)  en el año 1754. Walpole había quedado impresionado por un cuento de hadas que había leido titulado: ‘Los tres principes de Serendip’, en el cual tres principes: «estaban haciendo siempre descubrimientos por accidente y sagacidad de cosas que no se habían planteado…» (1)

Serendip es un antiguo nombre de Ceilan, actualmente conocido como Sri Lanka, y Walpole usó el término «serendipity» en esa carta para describir algunos de sus propios descubrimientos.accidentales. El término «serendipity» aparece en los diccionarios en inglés y en castellano fue traducido por primera vez en el año 1992 como: «Serendipia» (2).

Por otra parte, quizás podríamos forzar un poquito la significación del término más aceptado (que sólo se emplea para la ciencia) y hablar de «serendipia» para describir en general acontecimientos completamente fortuitos e inesperados en la vida de una persona, que le han permitido descubrir cosas favorables que no buscaba ni esperaba. Pero entonces, así como podríamos hablar de «acontecimientos serendípicos» que nos han permitido descubrir cosas buenas de manera casual, también podríamos hablar de «acontecimientos antiserendípicos», es decir, acontecimientos casuales e inesperados que han permitido descubrir cosas perjudiciales en la vida que tampoco se buscaban ni esperaban.

Veamos algunos ejemplos posibles. Una persona puede conocer por casualidad a otra que le pone en contacto con diversas posibilidades buenas de trabajo, o estudio, o de conocimiento de otras personas, que luego han podido desempeñar un papel favorable en su propia vida (una esposa y un matrimonio afortunado, etc.).

También podemos pensar que iniciarse en el mundo de la lectura de libros de una manera casual durante la niñez y la juventud, puede ser uno de los acontecimientos más serendípicos, porque luego permite descubrir todo un mundo de posibilidades maravillosas que en un principio ni siquiera se podían sospechar.

Por supuesto, en la vida también hay acontecimientos «antiserendípicos». Por ejemplo supongamos que un joven por casualidad conoce a otros que están en el mundo de las drogas y entonces él también se inicia. En ese momento en que comienza, debido a su inexperiencia y su juventud, no puede prever ni imaginar todas las posibles consecuencias perjudiciales que eso le puede acarrear en su futura vida. Asimismo, un joven puede conocer por casualidad a una muchacha que luego se convierte en su esposa y le ocasiona infelicidad etc. (o viceversa), pero en su momento, debido a su juventud e inmadurez, no pudo prever las malas consecuencias futuras. Igualmente, si una muchacha joven queda embarazada y tiene que dejar de estudiar etc., ese embarazo puede haber sido algo totalmente antiserendípico. Es importante informar a la lectora o lector que el término ‘Antiserendipia’ también es muy conocido como ‘ZemblaNipia’, término que acuñó el autor escocés William Boyd (nac. 1952) por ‘Nueva Zembla’, que es una región inhóspita de la región ártica.

Entonces, en las vidas humanas puede haber acontecimientos serendípicos o antiserendípicos que pueden ser cruciales para la vida futura y una de las cosas más interesantes es detectarlos haciendo una mirada retrospectiva en nuestras vidas. Además podemos pensar que la capacidad de detectar un acontecimiento serendípico o de rechazar un acontecimiento antiserendípico en el momento en que ocurre, aumenta con la edad y la experiencia en la vida.

Por otra parte, el químico estadounidense Royston M. Roberts (1918-1996) ha acuñado el término «pseudoserendipia» para designar descubrimientos accidentales que logran culminar un camino de búsqueda en la investigación científica. Por ejemplo, el inventor estadounidense Charles Goodyear (1800-1860) descubrió el proceso de vulcanización del caucho cuando por accidente dejó un trozo de caucho mezclado con azufre sobre una estufa caliente. Durante muchos años Goodyear estuvo obsesionado con encontrar una manera útil de elaborar el caucho. Entonces Royston Roberts lo denomina «descubrimiento pseudoserendípico» para diferenciarlo de los descubrimientos verdaderamente serendípicos en los que no hay ninguna intención previa de hacer el descubrimiento (3).

Entonces, de nuevo si lo llevamos al caso de las vidas humanas, probablemente muchos de los acontecimientos fortuitos que abren buenas posibilidades en la vida, en realidad son «pseudoserendípicos», porque es frecuente que ya estemos buscando algo y entonces aprovechemos algunas circunstancias favorables que se presentan para conseguirlo.

Es importante aclarar a la lectora o lector que la utilización que he hecho en el presente artículo de esta terminología: Serendipia, antiserendipia y pseudoserendipia, para el caso de las vidas humanas, obviamente es especulativa. Simplemente me parece que la utilidad de emplear dicha terminología radica en que toda vida humana consiste en una serie de trayectorias, (unas entre muchas posibles) y entonces esos términos ayudan a visualizar mejor que ciertos acontecimientos permiten iniciar o descubrir ciertas trayectorias favorables o desfavorables.

 

NOTAS (1) Pág. 14 en Royston M. Roberts (1992) ‘Descubrimientos accidentales en la ciencia’. Alianza Editorial. Madrid. (Edición original en inglés 1989). (2) Pag. 9 en obra citada. (3) Pag. 15 en obra citada.

 

 

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