Los Penitentes del Nazareno | Por: Luis Huz Ojeda

Sentido de Historia

Los Penitentes del Nazareno son parte de la historia cultural contemporánea de La Cejita

 

Antes de partir en procesión por las diferentes avenidas y calles del pueblo, los miembros de las diez cofradías que conforman “La Hermandad de Penitentes de La Cejita”.

1. -La del Centro.
2. -Jesús el Buen Maestro.
3. -Jesús y Judas el Traidor.
4. -Los Centuriones.
5. -Jesús Sentenciado.
6. -Jesús Nazareno del Perdón.
7. -Cristo Crucificado.
8. -San Juan Evangelista.
9. -Santo Sepulcro.
10. -María de los Dolores.

Se presentan ante pobladores y turistas que durante esos días hacen presencia, luciendo la imagen del Santo Sudario con su atrayente escudo como guía de la procesión; vestidos con su habitual túnica, confeccionada en llamativos colores llevando atado a la cintura un cordón marrón, el rostro cubierto por un capuchón en forma de cono con dos aberturas ubicadas a nivel de los ojos para la visión, las manos cubiertas con guantes blancos, sosteniendo una vela encendida, representando el sufrimiento de Jesús de Nazaret antes de su crucifixión.

Los Penitentes del Nazareno

Las cofradías de penitencia con su carga de flagelantes se establecieron en Italia, Francia, Hungría y España, vestidos sus conformantes con túnicas o sacos de atractivos colores y su respectivo capirote cubriéndole el rostro del mismo color, con un cordón marrón atado al cinto como símbolo de penitencia. Se cree que esa era la manera de ataviarse para hacer penitencia y acompañar las procesiones de San Vicente Ferrer, el santo valenciano. Su introducción en España data de entre 1350-1419.

Génesis

Esta semejanza religiosa fue sembrada entre los feligreses cristianos de la localidad en la Semana Santa de 1963 por el presbítero Francisco Ligero Ligero (+), sacerdote andaluz natural de la ciudad Antequera, Málaga, España, región de donde se remonta el origen de esta tradición que data del siglo XVI.

Es importante señalar que este levita, recibió la Orden Sacerdotal en la Catedral de Trujillo, de manos de monseñor Antonio Ignacio Camargo, primer Obispo de la Diócesis de Trujillo en 1960. Este sacerdote sembró en el sentimiento del colectivo cejitense esta práctica, promoviendo entre la comunidad católica de la parroquia la creación de la Hermandad de Penitentes, fundada con el objetivo de resaltar a través de esta manifestación artística-religiosa, la fe, la devoción y la consagración espiritual durante los días santos, atrayendo la atención del colectivo, actividad convertida en elemento referente de atractivo turístico para el estado Trujillo.

El retorno

Después de 16 años de inactividad, en el año 1991, un grupo de hombres y mujeres devotos de Cristo, articulados con el Pbro. Cirilo Llorente (al momento párroco de La Cejita), conformado entre otros por José Zerpa, José Gregorio Reinoso, Cira Briceño, Gladys Bastidas, Neicer Vielma, Zuleima Milanés, Mireya Calderón, Eleazar Domínguez, Rubén Vázquez, José Luis Briceño, Tulio Barroeta, Wílmer Manzanilla, Manuel Felipe Soto, Oscar Moncayo refundan la Hermandad de Penitentes. Desde ese entonces y hasta la actualidad, el lunes, martes, miércoles y jueves santos; destacando por tradición las jornadas del Viernes de Pasión, Sábado de Gloria y el Domingo de Resurrección; al término de los vespertinos oficios religiosos, todo el casco urbano de La Cejita se llena de vecinos y peregrinos para apreciar en vivo estas manifestaciones religiosas.

Al momento del inicio de su presentación ante el público, surge una semejanza del “Santo Sudario” y su «Simbólico Escudo» como guía de la peregrinación, seguidamente de acuerdo a un orden instituido, van saliendo las diferentes agrupaciones de nazarenos con la sagrada efigie de su respectivo santoral identificativo resplandeciendo en sus carromatos.

Vestidos con un llamativo atuendo confeccionado en fina tela de atrayentes colores con forma de túnica, atado a la cintura un grueso cordón, cubriendo el rostro con una picuda capucha de forma cónica, provista de dos aberturas a nivel de los ojos para la visión, las manos cubiertas con guantes blancos sosteniendo una vela encendida emulando paso a paso el Viacrucis de Jesús de Nazaret antes de su crucifixión, tal como se dejar ver a continuación: I. Jesús es condenado a muerte; II. Jesús con la cruz a cuestas; III. Jesús cae por primera vez; IV. Jesús se encuentra con María; V. El cirineo ayuda a cargar la cruz; VI. La Verónica limpia el rostro de Jesús; VII. Jesús cae por segunda vez; VIII. Jesús se encuentra con las mujeres de Jerusalén; IX. Jesús cae por tercera vez; X. Cristo es despojado de sus vestiduras; XI. Jesús es crucificado; XII. Jesús muere en la cruz; XIII. Jesús es bajado de la cruz, y XIV. Jesús es sepultado.

En el transcurso de esta analogía cristiana, la feligresía presente aprovecha para pagar las promesas ofrecidas por favores recibidos de Jesús. Una vez finalizada esta función teatral, los penitentes retornan a el santuario de la Inmaculada Concepción.

 

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