Annie Rangel @annierangeln
La comunicación es una parte importante de nuestra vida, desde que nacemos interactuamos con nuestros seres queridos y el entorno.
Si nuestra audición, voz o habla fallan nuestra capacidad comunicativa puede verse afectada. Para evitar que esto suceda es ideal aprender a reconocer las señales de alerta, para ello conversamos con la licenciada en fonoaudiología, Alison Zalec.
¿Qué es la fonoaudiología y cuál es su función?
“La fonoaudiología es el área de la salud que se encarga tanto de la prevención, diagnóstico y evaluación de todos aquellos problemas de la comunicación, es decir, en las áreas de audición, lenguaje, voz y deglución”.
¿Quiénes pueden necesitar un fonoaudiólogo?
Los fonoaudiólogos atienden desde niños hasta adultos mayores, incluso hasta recién nacidos. En el caso de los bebés la especialista explica que es importante evaluar su audición ya que pueden presentar pérdida auditiva congénita (que nace con la persona) o pérdida auditiva por recibir algún tratamiento con medicamentos ototóxicos.
Asimismo, la especialista en fonoaudiología agrega que si el niño no tiene buena audición “posteriormente va a afectar en su lenguaje y por eso es importante un diagnóstico precoz”.
Signos de que debes visitar al fonoaudiólogo
En el caso de los niños si se nota que sustituyen sonidos cuando se comunican (por ejemplo, cuando dicen tarro por carro) o hablan poco, hay que tomar en cuenta que dependiendo de cada edad el niño debe desarrollar ciertas habilidades comunicativas.
Por otro lado, si el niño no presta atención ante un sonido, no atiende cuando lo llaman o sube constantemente el volumen del televisor, son señales de que algo no marcha bien con su audición. En los adultos de igual manera, si siente que escucha pero no entiende lo que se le dice o pide que se le repita varias veces las palabras también puede tener un problema auditivo.
Asimismo, es ideal acudir al fonoaudiólogo si el adulto tiene algún trastorno neurológico como afasia, eventos cerebrovasculares o si tiene problemas deglutorios, es decir dificultades al momento de tragar los alimentos.
También deben visitar a los especialistas en fonoaudiología aquellas personas que utilizan su voz como medio de trabajo como locutores, cantantes o profesores, éstos necesitan una evaluación y una terapia de voz constante para cuidarla. Además de ello, los fonoaudiólogos los pueden ayudar con ejercicios de respiración, fonación y relajación.
¿Las personas con diabetes deben acudir regularmente al fonoaudiólogo?
Si una persona tiene diabetes lo ideal es que anualmente se chequee su adición. La diabetes es una enfermedad que “puede dañar algunas células que se encuentran en el oído y posteriormente afectar la audición”, explica Zalec. La especialista aconseja realizar un estudio llamado audiometría para conocer cómo está su capacidad auditiva.
¿Cuál es la diferencia del trabajo de un fonoaudiólogo con el de otras disciplinas, por ejemplo, el de un otorrinolaringólogo?
“El fonoaudiólogo abarca tanto el lenguaje, habla, audición, deglución y voz. Es la parte terapéutica, diagnóstico, terapia de lenguaje y la evaluación de su audición. En cambio el otorrino se encarga de la evaluación física, de los medicamentos, es la parte médica, nosotros somos la parte terapéutica que se trata de trabajar con ciertos ejercicios o actividades dependiendo de las necesidades de cada paciente en cada consulta”.
¿Qué tan común son los problemas de lenguaje en la sociedad?
La licenciada Zalec expresa que los problemas de lenguaje son muy comunes, en ocasiones esto se debe a que los padres no están atentos al desarrollo de sus hijos y están confiados de que los niños van a hablar a los dos o tres años, por lo cual, si no se corrige desde temprano cualquier irregularidad, el niño va a adquirir esa manera de hablar. La fonoaudióloga también señala que esto puede ir asociado con una pérdida auditiva que no se detecta a tiempo, por ende, “al momento de no escuchar bien no vamos a poder hablar bien”.
Habilidades comunicacionales
Los niños a medida de que van creciendo deben ir cumpliendo con ciertas habilidades comunicativas por lo cual, hay que prestar atención a cada una de ellas. Por ejemplo, a partir de los 6 meses se espera que el bebé comience a balbucear, durante el primer año que comience a decir un estimado de 10 palabras: mamá, papá, agua, dame, entre otros.
Asimismo, a partir de los dos años el niño debería decir aproximadamente 30 a 50 palabras, a los 3 años de 100 a 200 palabras y de ahí a los 4 años “ya debe tener un vocabulario bastante amplio donde el niño pueda comprender órdenes simples y más o menos complejas como pásame la pelota y luego lleva el peine al cuarto”, explica Zalec.
La licenciada también expresa que todo niño en edad preescolar y escolar debería recibir una evaluación integral con el fonoaudiólogo para determinar cómo se encuentran sus habilidades comunicativas, si sustituye palabras, si tiene algún trastorno o presentan frenillo lingual, éste último “va alterar la pronunciación de ciertos fonemas que posteriormente va a dificultar en el habla”.
Consejos para cuidar nuestra salud y bienestar
Es importante en el caso de los niños que exista una estimulación desde casa, si un niño tiene problemas de lenguaje, los padres pueden ayudarle enseñándole palabras funcionales como toma o dame, a describir los juguetes, si es grande o pequeño, imitando los sonidos de animales, entre otros.
Protege tus oídos
Si trabajas en ambientes ruidosos es recomendable utilizar protectores auditivos para así disminuir el impacto del ruido.
Para cuidar tu salud auditiva a la hora de utilizar audífonos se aconseja aplicar la regla 60/60, es decir, que lo ideal es usar los audífonos máximo 60 minutos y no más del 60% de la capacidad del volumen del teléfono. Además se recomienda usar audífonos de casco.
Asimismo, evita introducir objetos dentro de tus oídos “ya que podemos perforar nuestro tímpano. Si se va a limpiar los oídos hacerlo solo por afuera, ya que también la cera sirve como un medio de protección”, señala Zalec.
Cuida tu voz
Si sientes que tu voz está cansada, tienes tensión muscular en el cuello, sientes que se te va la voz cuando hablas, ronquera, pesadez o dolor, es necesario que acudas al especialista.
Además, aquellas personas que utilizan su voz como medio de trabajo se aconseja descansar la voz en las horas en que no haya jornada laboral.
Para cuidar la voz es importante también evitar cambios bruscos de temperatura, tratar de comer alimentos ni muy calientes, ni muy fríos, entre otros.
*** Sobre el entrevistado
Alison Zalec, licenciada en fonoaudiología (UPTM-Mérida). TSU Estadística de Salud (ULA-Mérida). Audioprotesista (Aural- WIDEX Venezuela). Instagram: @flga.alisonzalec
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