Semilleristas de papa del estado Trujillo exigen el retorno de la estación experimental La Cristalina al INIA

El Ing. Antonio Losada, presidente de la Red de Semillerista de Papa y Hortalizas del estado Trujillo y el Ing. Alirio Rangel Díaz, Director de proyectos de dicha instancia, denunciaron el abandono progresivo de la estación experimental La Cristalina. Recalcaron en la urgente necesidad de su restitución al Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA). En sus declaraciones, Rangel detalló tanto la dimensión técnica como económica del problema que atraviesa el sistema de producción de semillas de papa en Venezuela.

“Desde 2018, La Cristalina fue entregada a manos militares y, posteriormente, a un empresario privado, pero en siete años no ha producido ni una sola semilla. Esta estación, que antes fue un emblema nacional, ha sido desvirtuada completamente de su propósito”, aseguró Rangel.

La red de 120 semilleristas trujillanos, formados entre 2010 y 2015 bajo el Plan Nacional de Semillas, ve con preocupación el impacto que este abandono ha tenido en la producción agrícola. La eliminación de partidas presupuestarias durante la gestión del ministro Castro Soteldo agravó la situación al dejar sin financiamiento todas las estaciones experimentales de papa en el país.

Rangel subrayó que, gracias a una alianza con la estación Proimpa en Mérida, han logrado reactivar parcialmente la producción con semillas certificadas de alta calidad, alcanzando rendimientos de hasta 40.000 kilos por hectárea. “Este es el camino. Necesitamos replicar el modelo de Proimpa, con gestión directa de los agricultores y acompañamiento científico”, señaló.

En términos económicos, Rangel advirtió sobre los desafíos que enfrenta la producción de papa en Venezuela: “Sembrar una hectárea cuesta cerca de 8.000 dólares, pero variedades como granola apenas producen 14.000 kilos por hectárea. Esto no es rentable”. Comparó esta situación con la realidad colombiana, donde los agricultores logran entre 30.000 y 60.000 kilos por hectárea gracias a la inversión tecnológica y apoyo científico.

“La diferencia está en el desarrollo tecnológico. En Colombia hay investigación, extensión rural y apoyo estatal. Nosotros estamos muy atrasados por la falta de visión en las políticas agrarias del gobierno nacional”, lamentó.

Finalmente, Rangel hizo un llamado a la nueva presidenta del INIA, la doctora Margaret Gutiérrez, para que se retome el Plan Nacional de Semillas y se reintegren estaciones como La Cristalina, la de Pueblo Nuevo en Táchira, Mucuchíes en Mérida y la del estado Lara al sistema público de investigación. “Con estaciones operativas y materiales genéticos de calidad, podemos producir con rentabilidad y ofrecer precios justos a los consumidores. Eso es soberanía alimentaria”, concluyó.

El Ing. Antonio Losada resaltó que los rendimientos con los materiales de semilla provenientes de la Estación de Proinpa en mucuchies se lograron 40.000 kilos de papa por hectárea de la variedad andinita y 30.000 kilos de la variedad maría bonita, y de existir una política agraria de investigación y desarrollo se incrementarían los rendimientos y todos los agricultores de Trujillo y los Andes – sus siembras – serían con semillas nacionales certificadas, garantizando buenas cosechas y rentabilidad económica.

“La reactivación de la estación experimental de la Cristalina es que retorne al Inia Trujillo de acuerdo a la ley de semillas, es el órgano rector y realizar un convenio con el Ministerio de Ciencia y Tecnología, y la red de semilleristas de papa del estado Trujillo con un proyecto de desarrollo e investigación de un plan de semillas de papa nacional con recursos financieros provenientes de la FAO, con ello se garantiza el inicio operativo de la Estación experimental y las propuestas de financiamientos directo a los semilleristas de papa”, explicó Losada.


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