Selección Natural darwiniana, SIDA y Covid | Por: Ernesto Rodríguez

 

En el mundo nos ha caído la pandemia del Covid y todos vemos consternados que la situación cada vez se pone peor. En tal sentido es muy pertinente recordar al escritor francés Albert Camus (1913-1960) y su obra ‘La Plaga’ (1947) en la cual dice: “Las plagas, en efecto, son una cosa común, pero es difícil creer en las plagas cuando nos caen en nuestras cabezas. Ha habido en el mundo tantas pestes como guerras y sin embargo, pestes y guerras cogen a las gentes siempre desprevenidas (….) La plaga no está hecha a la medida del hombre, por lo tanto nos decimos que es algo irreal, que es un mal sueño que tiene que desaparecer. Pero no siempre desaparece, y de mal sueño en mal sueño son los hombres los que desaparecen” (1).

Por otra parte, vamos a preguntarnos: ¿Podríamos aprender algo de la Selección Natural darwiniana que hubo con el retrovirus del SIDA?….¿Podríamos aplicarlo para tratar de frenar en algún grado al actual coronavirus?….Vamos a recordar brevemente lo que pasó con el retrovirus. Yo fui profesor jubilado activo de Evolución en el NURR-ULA desde 2002 hasta 2017 y siempre contaba a mis estudiantes la Selección Natural que ocurrió con el retrovirus del SIDA. Steve Jones (nac. 1944) es un eminente genetista británico y una de sus obras más deleitosas es: ‘El Espectro de Darwin. El Origen de las Especies Actualizado’ (2). En esa obra Jones refiere que en 1981 comenzó el pánico con el SIDA. Al principio el retrovirus era sumamente letal y en pocos meses la persona contagiada moría. Pero cuando comenzaron las medidas de prevención: uso de preservativos en las relaciones sexuales y cuando los heroinómanos dejaron de compartir la misma jeringa, entonces las cepas del retrovirus se volvieron menos letales…¿Por qué?….La respuesta es que las cepas más letales fueron seleccionadas negativamente por Selección Natural darwiniana, ya que el retrovirus más letal mataba rápido a la persona contagiada pero no podía propagarse a otras personas y se iba a la tumba con el cadáver enterrado. Por el contrario, las cepas menos letales permitían que la persona contagiada viviera más tiempo y entonces esas cepas tenían más probabilidad de contagiar a otras personas y por eso fueron seleccionadas favorablemente. Recordemos que la lógica de todo ser viviente radica en sobrevivir y reproducirse (3).

Por otro lado, recordemos la llamada ‘Gripe Española’, llamada así porque la pandemia ocupó una mayor atención en la prensa española que no censuró la información. Fue una gripe tipo A, subtipo AH1N1 y el primer caso conocido fue el 4 de marzo de 1918 en Kansas (Estados Unidos). Se cree que ese virus tuvo una mutación o varias mutaciones que lo hicieron más letal y en un solo año se calcula que murieron entre 20 y 40 millones de personas con una elevada mortalidad infantil. Se calcula que entre 1918 y 1920 murieron entre el 10 % y el 20 % de los infectados y eso significaría que entre un 3 % y un 6 % de la población mundial pudo morir por esa pandemia (4). Se piensa que la epidemia cedió cuando la población humana del planeta desarrolló anticuerpos y se alcanzó la llamada ‘inmunidad de grupo’.

Actualmente, en el caso del Covid, cuando un porcentaje significativo de las personas del planeta estén vacunadas, quizá se logre frenar la pandemia con una ‘inmunización de grupo’. No obstante, escribo el 23 de enero de 2021 y por ahora muchos epidemiólogos eminentes han expresado dudas sobre la eficacia de las vacunas para las nuevas cepas que están surgiendo y tampoco se sabe bien por cuánto tiempo queda inmunizada una persona vacunada. Se habla de unos 6 meses pero eso es muy poco tiempo. Ya se informa sobre una nueva cepa del Reino Unido que podría ser un 30 % más mortífera para personas de más de 60 años. Asimismo se informa de otras dos cepas, una de Sudáfrica y otra de Brasil que son más contagiosas. Entonces por ahora, quizá lo único que podría frenar en algún grado la pandemia del Covid sería que todas las personas de todas las edades cumplan con las normas de prevención: uso de barbijo, evitar aglomeraciones, etc. De esa manera se seleccionarían favorablemente las cepas menos virulentas, porque el coronavirus no podría propagarse tan fácilmente…¡Actualmente muchas personas no cumplen con ninguna norma de prevención!. NOTAS: (1) Pag. 34 en ‘Albert Camus. The Plague’. Penguin Books (1960) (2) Steve Jones (2000) ‘Darwin’s Ghost. The Origin of Species Updated’. Random House. (3) Pags. 1-20 en Steve Jones, Op. Cit. (4) ‘Pandemia Gripe Española’ en Wikipedia.

 

ernestorodri49@gmail.com

 

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