Segundo Morillo: «Para vencer tuve que correr con el alma»

Nuestro personaje de esta ocasión, es una de las glorias deportivas regionales que brilló con luz propia hace más de cincuenta años en los recordados Juegos Atléticos Escolares, además de representar dignamente los colores trujillanos en varias oportunidades .

Segundo de Jesús Morillo, se mantiene vigente su récord como triple medallista en el atletismo.

 

Gabriel Montenegro.

Siempre alegre y jovial, ocurrente, conversador, pero por encima de todo honesto y trabajador, Segundo de Jesús Morillo es una de esas personas que pasan desapercibidas, ciudadanos que nos encontramos en cualquier esquina o lugar público, pero que detrás de su presentación personal guardan muchas veces gratos e importantes recuerdos.

Atleta de altos kilates

Segundo Morillo no pregona cosas de su pasado ni gusta de referir los pasajes de su vida; sin embargo ha tenido que apelar a su «baúl de los recuerdos» en la búsqueda de pruebas que den testimonio de su merecimiento como gloria deportiva del estado Trujillo.

Claro que Segundo es una gloria regional; ese título se lo ganó hace exactamente 49 años, cuando en representación de su institución, la escuela «Monseñor Lucas Castillo» barrió a muchos de sus rivales de turno en las eliminatorias, semifinales y final del atletismo en las especialidades de los 200, 400 metros planos y formando con otros compañeros en los relevos de 4×400.

Este triplete dorado lo convirtió junto al también plusmarquista regional Ramón «conejo» Peña, el atleta trujillano con el récord más antiguo y aun vigente, tras superar las barrera de los seis metros en el salto alto de esta importante pero desaparecida competición educativa.

Tuvo que «echarle ganas» de verdad

El Certificado de los Juegos Atléticos Escolares del as lo 1973 muestran parte de sus logros.

Nos cuenta Segundo Morillo, a quien cariñosamente sus amigos llamaban «cabeza», que Trujillo y particularmente Valera contaba en los años 60 y 70 con una cantera inagotable de talento, teniendo nuestro entonces distrito local, titánicas luchas contra los atletas llegados de escuelas y liceos de Trujillo, Betijoque (hoy Rafael Rangel), Sabana de Mendoza, Motatán, Carvajal, Escuque, Boconó y Pampán.

«Los Juegos Atléticos Escolares» representaban el preámbulo para que los más destacados en pruebas de pista y campo fuesen seleccionados a los Juegos Deportivos Nacionales, incluso mis victorias me llevaron en varias oportunidades a vestir los gloriosos colores del estado Trujillo, el amarillo y marrón, hoy en día blanco, verde y rojo».

-» Para poder ganar, tuve que poner no solo garra y condición física, sino mentalizarme mucho ante tantos rivales de calidad indiscutible. Recuerdo entre ellos, además del gran Ramón Peña, a Ovidio y Alquidio Aguilar , el «mandril» Rosales, Pedro Juárez, Américo Juárez, Wilfredo Espinoza, Miguel Arroyo, los hermanos Chourio, dos fenómenos de la pista llegados de la zona baja.

Agrega nuestro protagonista, que además tuvo el honor de portar como triple medallista de oro, la antorcha olímpica en otros eventos y eso lo llenaba de inmenso orgullo y satisfacción, recordando especialmente el Nacional de Atletismo en Maracay -estado Aragua, donde dejé hasta el aliento en los 400 metros y los relevos .
Junto a todos mis hermanos, especialmente Ari y «Coco» integramos una familia integralmente deportiva, y me enorgullezco de haber sido vecino del mítico piloto valerano Herman «Tarzán» Hernández, el ganador de una de las etapas del rallye Buenos Aires-Caracas junto a su excelso copiloto Rubén Fajardo».

 

Grandes guías y maestros

Manifiesta Morillo, que tuvo la suerte de contar con excelentes mentores, entrenadores de lujo y dirigentes de la talla de Luis Loreto Lira, Wilmer Urdaneta, Ladislao Lazar, Darío Gamboa, el bachiller Regulo Godoy, Isidro González, Rafael «Fuma» Briceño, Flavio Quintero, Pedro Callejas, María Arroyo, Pedro García Leal; éste último honrado con el liceo que lleva su nombre.

Padres de gran condición humanística

Con nostalgia, Segundo Morillo no deja de recordar a sus padres, su mamá, doña Rosalía del Rosario Morillo Daboín y su papá Segundo Leonardo Morillo, quienes le inculcaron los más caros valores morales y familiares, los cuales trata de predicar y practicar junto a hijos y nietos.

Sus héroes deportivos

» Me siento honrado de competir con muchos grandes atletas de Trujillo y Venezuela».

Por supuesto que Segundo, como todo deportista, tiene en un pedestal especial a sus ídolos, tanto regional, nacional como internacional, nombrando entre ellos a Erick Phillips, casualmente el actual presidente de la Fundación Glorias Deportivas de Venezuela; también a la recordada bobureña Elsa Antúnez, Adriana Marchena, el mítico Arquímedes Herrera, la «saeta rubia» Horacio Estévez, además de la bella y tristemente fallecida Gisela Vidal.

De los últimos 30 años reconoce la calidad de Félix Mata, William Wycke, el cubano Alberto Juantorena, Ana Fidelia Quirot, el jamaicano, Donald Quarrie, Carl Lewis, Ben Jhonson, Tyson Gay y por supuesto el más grande de todos Usaín Bolt.

Actualmente el triple medallista regional Segundo de Jesús Morillo, quién no deja de amar su sector y terruño «La Marchantica» de Valera, labora junto a uno de sus hijos en el ramo comercial de lubricantes industriales y de automotores.

Se considera un sempiterno admirador de Vicente Laguna, Nelson Cabrera, Ramón Ramírez, Antonio Uzcátegui sus héroes del ciclismo y su deseo no es otro sino ver a todas las glorias deportivas siendo reconocidas de verdad y termine tanto abandono.

Ojalá se cumpla este sueño y él tambien, como excelente atleta, pase a formar parte de ese grupo de trujillanos, quienes dieron buena parte de su vida para honrar y defender el prestigio deportivo de nuestra región. Qué así sea!.

 

 

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