El grifo sigue seco en hogares valeranos, por más de tres días sectores se ven afectados sin el suministro del vital líquido para el consumo humano. La escasez del agua dulce golpea gradualmente a sectores como La Floresta y Plata I, quienes afirman que la mayoría de veces no pueden ni refugiarse en el consumo de agua potable debido a la escasez de la misma en los establecimientos y de los altos precios que se ubican en los mercados.
Para habitantes la ciudad de Valera el refugio para mantenerse hidratados y realizar sus receptivas comidas sin el suministro por tubería, ni el de botella mineral, es recoger el agua a través de la lluvia o dirigirse a ríos y quebradas para llevar el fluido al consumo de sus hogares.
Juan Carlos Sánchez, es vendedor hace nueve años de agua potable a lo largo de la ciudad de Valera y comenta que hay agua para el suministro, pero no la necesaria para abarcar toda la demanda “Sí hay falta de agua, la gente está consumiendo de pozos subterráneos. Por eso las personas se están enfermando” comentó.
Asimismo, habitantes de La Floresta comentan que pasan entre 3 y 4 días sin el servicio, lo que los ha llevado a buscar soluciones por otras vías para adquirir el vital líquido, necesario para el ser humano. También habitantes de Plata I afirman ser víctimas de la contaminación en las aguas por lo que muchas veces tienen que pagar altos precios para abastecerse de agua tratada que los libre de enfermedades.
Agua contaminada
Actualmente, la contaminación abarrota a ríos y quebradas a lo largo del estado Trujillo. Uno de los ríos que suministra agua a los hogares valeranos es el “Motatán”, que se encuentra entre desechos y desperdicios arrojados diariamente por los ciudadanos. La insalubridad del mismo está ocasionando epidemias y alergias en la piel, según afirmaciones de los valeranos al equipo reporteril del Diario de Los Andes.
El pueblo comenta
Rafael Briceño: “ahorita la gente utiliza agua de los ríos y quebradas para el consumo, no potable porque no se consigue y de hacerlo a precios muy elevados. Esto trae consecuencias para los niños con enfermedades en el estómago y en la piel. En Campo Alegre pasamos de 3 a 4 días sin agua y tenemos que agarrar del invierno”.
Rodolfo Blanco: “yo soy de La Floresta y allá nos falta el agua. Para mí la solución está en un acueducto. En la comunidad sufrimos porque el agua es bombeada y hace un mes que no nos suministran normalmente. El agua potable nos las venden en Bs. 200mil y todos no tienen con qué pagarlos”.
Natalia Olmos: “actualmente agua no hay. Para abastecernos hemos tenido que ir al tanque subterráneo de los vecinos. Además he tenido que utilizar agua de El Baño de Motatán, el agua en botellón ya va en Bs. 50mil”.
María Fernanda Cabrera. ECS / marifercabreras14@gmail.com