Ayer no hubo la queja del porqué el San Benito de Betijoque era regresado al templo San Juan Bautista tarde de la noche. Tampoco hubo disidencia en relación al regreso, disidentes que generalmente obedecen al llamado de las requintas y los tambores y prolongan la fiesta por el tiempo que a ellos les parece.
Todo eso bue obviado y San Benito fue regresado temprano, cuando después de su paseo por las Trincheras, baile al repique de requintas y tambores a eso de las 10 de la mañana, cuando fue llevado al lugar destinado para esta segunda cita o salida del Santo con sus seguidores, tercer sábado del mes de noviembre, como sucedió este 21, del undécimo mes del año.
Se recuerda que San Benito salió en su primer cita con los habitantes de Betijoque el primer domingo de octubre, día 4 del décimo mes del año, recorriendo la parte sur del poblado, pero no a pie, sino en un vehículo y una caravana que lo llevó rápidamente a recorrer todas las calles del poblado, donde la tradición y el arraigo de la fiesta tiene una tradición de muchos años, festividades que arrancaron a comienzos del siglo pasado, cuando el Santo de Rito Moncada, vino de Sabana Grande, después de recorrer Sabana de Mendoza, acostumbrándose sus seguidores a visitar los días 25 y 26 el pueblo de Rafael Rangel, que rinde culto a esta tradición folclórica, sembrada en el corazón de los habitantes de esta porción de territorio trujillano.
El vehículo de Rafael Figueredo, presidente de la Asociación Tamboreros de Betijoque y demás grupos de tamboreros estuvieron en la segunda salida, que es la antesala de la gran fiesta del 25 y 26, que este año ha estado disminuida motivo a la pandemia de Covid 19 y las medidas que se deben tomar sobre el uso del tapa bocas, así como mantener la distancia de por lo menos un metro entre los asistentes, lo cual en la mayoría de los casos no se cumple.
Detrás del vehículo donde iba San Benito, iban los grupos de tamboreros y seguidores de la tradición, los cuales animaban la fiesta, repicando las requintas y tambores, como ha sido la costumbre, pero esta vez en un camión, lo cual no es lo más idóneo para dar el golpe y buscar el ritmo que se saben de memoria los rangeliano, tal como lo dijeron varias personas que observaban la caravana de San Benito ayer en la avenida que conduce directamente al templo San Juan Bautista, la avenida 4 o Calle Candelaria.