Francisco Graterol Vargas
Parece que fue ayer. Mucha agua ha corrido debajo de los puentes desde entonces. La obtención del título de campeón por Trujillo en la Copa Venezuela en el estadio “Mario Urdaneta Araujo” del barrio El Milagro, un 16 de diciembre de 1979, hace 45 años.
Una llamada muy temprano, luego de haber asistido a la misa de aguinaldos en La Arboleda de uno de los protagonistas de esa hazaña me recuerda la gesta deportiva. Edgar “Pérez Jiménez” está al otro lado de la línea telefónica.
Con la velocidad de la luz me vienen de inmediato, gratos recuerdos de esa proeza. El estadio estaba repleto de aficionados. El fútbol siempre ha desatado pasiones en nuestra entidad. Esa tarde no podía ser la excepción.
Éramos parte del staff de Radio Turismo con Samuel Darío Rodríguez, Memo Bracamonte, Rafael Daboín, y Evencio Daboín. Cuando el árbitro principal decreta el final del partido donde Trujillo gana 3 a 1 a la selección de Lara, me encontraba en el campo de juego para llevar las impresiones de los campeones.
“Bueno, ahora vamos abajo con Graterol Vargas con las entrevistas a los muchachos de Trujillo, adelante”.
“Shiffff…..shifffff……..” fue la respuesta.
-“Vamos a ver que pasó con Graterol Vargas, adelante” insistió Evencio.
Ahora sí salimos al aire. En el primer pase, “Pérez Jiménez” me impidió hacer el trabajo. Me había levantado en hombros y celebraba conmigo aquella victoria. El micrófono estaba en el suelo. Lo recogí y el primero en tener sus impresiones por la emisora deportiva del estado Trujillo fue Edgar Salas, autor de tantas hazañas en su trayectoria como futbolista pero que tiene entre sus trofeos más preciados este campeonato de la Copa Venezuela.
Fue un evento como todos los años por esta fecha, donde esperamos la llegada del Niño Dios. El mejor obsequio de nuestros deportistas para la afición que siempre ha tenido un gran amor por el fútbol fue el título de nuestros guerreros en la Copa Venezuela.
«Fue en realidad un gran torneo donde nuestro Estado además de presentar una divisa con mucha calidad física y humana, lo organizó por todo lo alto causando una grata impresión dentro de los directivos de la Federación y de los jugadores de los equipos participantes». Rememoró posteriormente por DLA quien sacó la casta guerrera de sus tíos Ricardo y Eloy Salas, el primero campeón del torneo Cinturón de Diamantes en México y Eloy, protagonista de una memorable pelea con Carlos “Morocho “Hernández en el mismo estadio de El Milagro.
El equipo estuvo bajo la dirección técnica de Héctor Ayala, Harry Castillo y la asesoría de José Valdivieso y Michel Alerte. Con Harry, único sobreviviente hemos hablado en numerosas ocasiones de esta hazaña.
“Todo lo hacíamos por amor al deporte, por defender a nuestro estado y darle alegrías a la fanaticada, jamás pensando como ahora que todo se resuelve a base de dinero. Entrenamos varios meses porque la meta era ser el campeón y lo logramos” rememora Harry.
Ayer al precisar a Harry Castillo recordó para DLA las alineaciones durante todo el campeonato fueron casi las mismas, con pequeñas variantes unas por lesiones y otras que ameritaban en ese momento, Edgar Calderón (+), en el arco, José Alberto Pérez (+), capitán y Douglas “paticas” Nava, centrales, marcadores Wilmer Suárez y Edgar Estrada, medios campos Edgar “general” Rubio y Alfredo Cortina, adelante Edgar Herrera (+), Edgar “Pérez Jiménez” Salas, Luis Paredes “tucupure” (+), Licitra, Luis Rojas “maracucho”(+). En los cambios entraron Wualter Antonello, David Ruiz, entre otros. El Titular en el arco era Taylor Maggino, pero como se casó en pleno campeonato lo sustituyó Calderón, y por la lesión de Paredes entro el Maracucho Luis Rojas.
Las victorias fueron ante Carabobo, Mérida, perdieron con Bolívar y derrotaron a Lara en la gran final. “Todos fueron marcadores muy apretados. No hubo goleadas, fue un campeonato muy peleado. Los goles del título salieron de los botines de Cortina, Herrera y Rojas.
Emilio Blanco, quien además de excelente portero en aquella época fue el secretario de fichaje de la Asociación Trujillana de Fútbol, recuerda que ese equipo fue conjunto de los cinco Edgar. Calderón “El Sapo” portero titular luego de que Taylor Maggino después de defender los tres palos en el primer encuentro renunció por amor, y la responsabilidad recayó en Edgar Calderón.
Edgar “Pérez Jiménez” Salas, uno de los grandes personajes en la historia deportiva de Trujillo y con quien compartí en un nacional de softbol en Anzoátegui donde fue el jardinero izquierdo y primer bate y este servidor el receptor; Edgar Estrada, Edgar Rubio y Edgar Herrera, el campeón goleador.
De Herrera guardo gratos recuerdos. Fui su manager en el equipo de béisbol juvenil del Liceo Antonio Nicolás Briceño de Morón, cargo que asumí porque mi amigo Benito Medina Machado, Director de la institución me lo pidió y salimos bien librados, campeones.
Para muchos, el futbolista más completo en el campo aficionado que ha parido esta tierra trujillana portó la cinta de campeón. El gran José Alberto Pérez. Su trajinar merecería otra historia. La cancha de fútbol del Polideportivo Luis Loreto Lira lleva su nombre. Además fue un excelente caballero y gran padre de familia.
Detrás de los jugadores había un equipo de dirigentes con mucho calibre. Orazio D’ Rosa, Un enamorado del fútbol, árbitro internacional, Presidente del Comité Organizador, Rafael Daboín, presidente de la ATC, Tomás Semprún, Emilio Blanco, Alberto Tico Bolívar, Humberto Briceño, entre los que recordamos
“De que va vá”. Con ese slogan llenamos de afiches los municipios más cercanos entre ellos Trujillo debido a la negativa de la Gobernadora Dora Maldonado de Falcón de darle ayuda al evento” señala Rafael Daboín, presidente de la ATC.
“La gobernadora no fue al acto y envió a la directora general quien recibió tremenda pita, que la mujer en vez de hablar lo que hizo fue llorar”, apuntó R.J. y se hizo exitosamente con el triunfo de Trujillo ese 16 de diciembre de 1979, 45 años de esa gran hazaña en el fútbol aficionado regional.
Así son las cosas diría Oscar Yanes.
Feliz Navidad y próspero Año Nuevo, Dios mediante y la Virgen.
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