De igual forma, los habitantes del sector San Isidro, a las 8 de la mañana, cerraron el acceso a la ciudad de Valera no sólo por el problema del gas doméstico que no llega como debe ser, sino también por la escasez de alimentos y la ausencia de programas sociales que benefician a las familias de esta comunidad.
Con respecto al gas, tienen tres meses sin el servicio y dos semanas esperando por el mismo; los manifestantes aseguraron que depositaron en la cuenta del Banco de Venezuela de la encargada de Gas Comunal, a nombre de la empresa y aún no hay respuestas, “todo está censado y organizado, son 384 familias, tenemos la lista”, afirmaron.
A 300 bolívares pagaron la bombona de 10 kilogramos y a 500 bolívares la bombona de 18 kilogramos y los tienen esperando desde hace tiempo, algunas familias deben cocinar a leña y les reclaman porque contaminan, o han debido comprar cocinas eléctricas pero muchas se han dañado por los apagones.
Pero este no es el único problema que los agobia, está también la situación que se presenta con la comida, por lo que señalaron Isabel Rojas, Irma Briceño y Arnoldo Escalona que desde el mes de agosto no reciben el beneficio del Clap y la última vez que les llegó, la leche completa en polvo estaba dañada; no hay un control sobre este retraso por lo que afecta a todas las familias.
Según les informaron, para diciembre les otorgarán juguetes para los niños y la caja navideña del Clap y esperan que esta vez sea verdad.
Es bueno resaltar, que debido a la gran cantidad de familias afectadas, son muchos los niños y adultos mayores los que están sufriendo las consecuencias de no tener gas ni comida. CM
Isabel Rojas: “este es el despertar de un pueblo, vienen ofreciendo beneficios que no los hacen llegar. Hay 23 casas en alto riesgo y el Gobierno no se ha pronunciado al respecto. Acá confunden este sector con el de Mendoza Fría, el de allá es un urbanismo, este es un barrio”.
Irma Briceño: “no somos ricos, a muchos les llega la bolsa del Clap y a nosotros ni gas. Si hacemos fogones dicen que contaminamos, pero entonces ¿cómo hacemos? A La Marchantica la surtieron de gas cuatro veces, nosotros seguimos esperando desde hace dos meses”.
Arnoldo Escalona: “la caja del Clap de noviembre nos llegó ahorita en diciembre y la leche que vino estaba dañada. Tengo cuatro nietos pequeños y ellos la necesitan. Hemos pagado por el gas y nada, nos tienen engañados”.