Según los pronósticos de lluvia, la Alcaldía ya debió buscarle una solución a lo que sucede en el Cuerpo de Bomberos, donde la falta de unidades es muy notoria. De ser cierto que se avecina una prolongada y torrencial temporada lluviosa, es extraño que ninguno de los cuerpos de prevención haya dado a conocer recomendaciones para estos casos. Tampoco los organismos competentes han procedido a la limpieza de ríos y quebradas. La Gobernación y la Alcaldía tampoco deben esperar los truenos para acordarse de Santa Bárbara porque después de ojo afuera, no vale Santa Lucía.