Definitivamente en Betijoque han desaparecido los alimentos imprescindibles en la dieta diaria, como la carne, el pollo, mortadela y otros, pues en los negocios que aun funcionan no se encuentra casi nada y si lo hay los tienen encaletados y precios inalcanzables.
Por ejemplo el pollo no se vende como tal sino despresado lo cual aumenta considerablemente de precio, así lo pudimos observar ayer en la calle del hambre, donde un kilo de muslo tenía el precio de 180 bolívares soberanos
La calle del hambre está ubicada en la avenida 5, específicamente en la calle 23 de la capital del municipio Rafael Rangel, donde la ausencia total de una autoridad que ponga cese a los abusos no se encuentra.
De las hortalizas ni se diga, también a precio de especulación, pues el cebollín está a 70 bolívares, o sea 7 millones de antes, el tomate a 45 bolívares, las papas a 18 la remolacha a 30 bolívares y la zanahoria a 50 soberanos, en muchos casos no se cumple la normativa de que el producto debe tener el precio expresado en bolívares soberanos. Esto sucede a escasos metros de la sede la Policía Nacional Bolivariana que no hace nada por proteger a los consumidores.