Luis Cárdenas.- El documental “The Last Dance”, que retrata la historia del “último baile” que dieron los Bulls de Chicago y Michael Jordan en la temporada 1998, además de algunos pasajes de la historia del basquetbolista considerado por muchos como el mejor de la historia, ha dejado otra víctima “cabreada” por la narrativa, esta vez el escudero de su majestad: Scottie Pippen.
Como lo declaró el propio Jordan, los títulos que alcanzó con los Toros no lo hizo solo, y Pippen fue uno de sus principales escuderos, pero luego de culminado el documental, la imagen de él ha quedado maltratada, al ser considerado como alguien «egoísta».
David Kaplan, vocero del jugador, declaró que «está tan enojado con Michael y cómo fue retratado, llamado egoísta, que está furioso porque participó y no se dio cuenta de en qué se estaba metiendo».
Y es que la historia cuenta algunos sucesos que vivió el jugador durante su etapa en los Bulls en ausencia de Jordan, específicamente en la temporada 94. Su disputa con la directiva de Chicago por su contrato y su decisión de no entrar en los últimos segundos del tercer partido de las Semifinales de Conferencia de 1994 al no ser el encargado de lanzar el último disparo.
Otros ex compañeros de Jordan también han declarado sus molestias con la leyenda, entre ellos Horace Grant, otro de los protagonistas de ese quinteto glorioso de los Bulls en la década de los 90. De igual manera algunos se vieron afectados, al contar la estrella algunas cosas de camerinos, entre esas el consumo de cocaína.