Santo Niño Jesús de Escuque: emblema de identidad religiosa trujillana | Por Betty Araujo G.

Sentido de Historia

 

 

 

La población de Escuque, en el municipio Escuque, hermoso lugar rodeado de montañas, celebra cada 14 de enero al Niño Jesús, patrimonio cultural religioso del estado Trujillo y de todos los venezolanos. La parroquia eclesiástica donde se venera la talla colonial originaria de España, lleva por título Dulce Nombre de Jesús de Escuque.

 

Origen

Son más de cuatrocientos años de historia. La imagen proviene desde la provincia de León, España y fue trasladada hasta América por una familia española, los Guanchez y Cerrada, quienes a su llegada a Venezuela se asientan a orillas del Lago de Maracaibo, aldea del Puerto de Gibraltar, durante la primera década del año 1600 (1610 a 1611).

Tras su llegada vivieron una permanente zozobra por los indios Caribes de la etnia de los Querequeres, quienes logran su sublevación e incendian las casas, sembradíos y expropian el ganado, matan hispanos y destruyen todo, salvo el lugar donde se encontraba la imagen del Niño Jesús, la casa de los Guanchez y Cerrada.

Por este hecho la familia decide mudarse a Barinas, pero hacen parada por varios años en Escuque, donde luego de su llegada los parroquianos son atraídos por la presencia del Niño Jesús y empiezan a profesarle su fe. Así en el año 1630 comienzan la construcción de una Iglesia para que le sirviera de morada.

Pasados varios años los Guanchez y Cerrada deciden trasladarse a Barinas, y participan a la feligresía católica de Escuque, quienes desde la llegada al pueblo del Niño Jesús se hicieron sus fieles devotos y les proponen la donación de la imagen a la iglesia, y ante estas peticiones aceptan que el Niño Jesús se quede en Escuque.

 

 

Fiesta de enero

Desde este tiempo en Escuque, en el mes de enero se celebran las fiestas de su patrono, las cuales inician con la bajada de la imagen del altar mayor en el Santuario Dulce Nombre de Jesús, visita de peregrinos y novena de misas en el templo parroquial.

El día central, 14 de enero, varias misas se ofician para los fieles y una multitudinaria procesión con la venerada imagen por las calles del pintoresco poblado.

Hoy, el Niño Jesús de Escuque es un manifiesto de religiosidad, emblema de identidad y pertenencia de la tierra de nubes. La feligresía católica y no creyente le piden favores por igual, y una vez concedidos acuden a pagar la promesa ofrecida. Su devoción se ha arraigado no sólo en los escuqueños sino en muchísimos fieles del territorio nacional.

¡¡Salve Dulce Niño Jesús, bendición de todos los trujillanos!!

 

 

 

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