Para el internacionalista Luis Daniel Álvarez solo las sanciones personales a los funcionarios del gobierno venezolano, pueden llevar a generar un gobierno de transición, porque el bloqueo y el embargo cubano resultaron ineficientes
Por : Mariana Duque – Los Andes Semanario del Táchira
¿Qué ocurrirá en Venezuela después del desconocimiento de varios países a la reelección de Nicolás Maduro?, es la pregunta que más se escucha después de las elecciones presidenciales del pasado domingo 20 de mayo.
No cree en las intervenciones militares, pues a su juicio, los problemas se resuelven diplomáticamente.
– ¿Qué incidencia tiene el desconocimiento de la comunidad internacional al gobierno de Nicolás Maduro?
-Puede tener más incidencia de la que comúnmente se cree, uno observa que se han dado tres variables importantes, después de lo que han tildado como el fraude del domingo 20 de mayo. Las tres variables son: la apatía y el desconocimiento por gran parte de la ciudadanía y del Frente Amplio, quienes llamaron a no votar y a no participar en un proceso completamente viciado, donde no se respetaron los plazos, donde el convocante era un ente que no está catalogado, ni está posibilitado, ni tiene la atribución para hacerlo.
La segunda es que dos de los participantes ofrecen sus reservas frente al caso. Henry Falcón anunció que no reconocía la jornada electoral, que se habían violado los acuerdos a los que habían llegado, la presencia de los puntos rojos no se limitó como se había comprometido directamente el Consejo Nacional Electoral y la Fuerza Armada Nacional. El candidato Bertucci también dijo que él veía con buenos ojos que se repitieran las elecciones.
Hay que agregar que la elección no contó con un equipo de observación internacional idóneo. Desafortunadamente participaron un conjunto de personalidades, algunas de ellos de dudoso proceder en lo político y en lo ético, y que no hacían lo que hace un observador internacional de verdad, que es una verificación exhaustiva de todo el proceso. Actuaron como acompañantes y algunos de ellos adelantaron opinión antes de iniciar la jornada, lo que inhabilita y descalifica a cualquier persona que observe.
La siguiente variable es el repudio internacional, que países como Chile tildaran la misma noche a Venezuela y al gobierno de Maduro como una dictadura. Que países como Panamá desconocieran el proceso, que los Estados Unidos adelanten sanciones, que los países del grupo de Lima expresen que han empezado a ejercer mecanismos de presión, que la Unión Europea también esté de manera unilateral como colectivo actuando, evidencian la enorme crisis. Tiene que sentir una gran presión el gobierno venezolano, por más que diga que no, y es que si tiene incidencia el desconocimiento, porque vivimos en un mundo donde uno tiene que integrarse… Tiene incidencia el desconocimiento en que pueda darse una salida democrática a la crisis de gobernabilidad que vive el país.
– Varios países procedieron a la consulta de sus embajadores, ¿qué puede ocurrir?
– El siguiente paso puede ser la ruptura de relaciones, lo más probable es que primero disminuyan al mínimo la presencia de funcionarios diplomáticos acreditados en Venezuela, y con el transcurrir de los días lo más probable es que abandonen las relaciones diplomáticas, incluso algunos de ellos pudieran dar pasos de una ruptura plena, incluso desde el sentido comercial y consular.
Acabamos de ver que el gobierno venezolano expulsó y declaró persona no grata al encargado de negocios de los Estados Unidos, en lo que pareciera ser un proceso prácticamente de aislamiento, en donde quedarán uno o dos aliados que no tienen la fortaleza internacional e institucional para proteger al gobierno venezolano, casos como el cubano, como el nicaragüense, que en medio de la enorme crisis de gobernabilidad que afronta el gobierno de Daniel Ortega y su esposa, y el gobierno de Bolivia que también tiene en la mente la perpetuidad. Hay casos como el Chino, como el Ruso, que son países que se mueven mucho sobre la base de los intereses, que actuarán también por su lado; pero creo que vamos en rumbo a un proceso de aislamiento de Venezuela de la comunidad internacional, que castiga fundamentalmente al gobierno venezolano.
– ¿Las acciones del TSJ en el exilio para desconocer a Maduro a qué pueden llevar?
– El llamado Tribunal Supremo de Justicia en el exilio viene sacando unas sentencias que han resultado inejecutables, no han tenido ningún efecto real. El 21 de julio de 2017 la Asamblea Nacional designó y procedió a juramentar a 13 magistrados principales y 13 suplentes para llenar las vacantes de 13 magistrados que habían sido nombrados por la Asamblea Nacional en el 2015, sin cumplir con los requisitos, que son esos magistrados que se denominan express.
Hace un flaco favor a la lucha democrática que este grupo de magistrados designados aspire erigirse como un Tribunal Supremo de Justicia prácticamente paralelo, la labor inicial de ese tribunal era una labor de denuncia, de fiscalización, de preparar insumos para que la Asamblea Nacional y otros cuerpos pudieran expresarse, pero nunca estar sentenciando. Yo diría que esas acciones que emprende el TSJ en el exilio, legítimo, tienen el inconveniente que generan expectativas, se llena de ideas de que el gobierno puede salir, se habla de que anularon a la Asamblea Constituyente, se dice que las elecciones del domingo estaban suspendidas, se dijo que no había posibilidades de que los gobernadores asumieran, y creo que nada de lo que han sentenciado puede ejecutarse porque se desvirtuó la naturaleza para la que fueron electos.
– Muchos esperan una intervención extranjera ¿puede ocurrir?
– Creo que no, una intervención extranjera como algunos se imaginan que pueda ocurrir, esta no es la América Latina de los años 50, no es la Guatemala de 1954, no es el Chile de Salvador Allende de 1970, es un mundo multipolar con otras características, con otros elementos y con otros mecanismos para poder actuar; es un mundo también donde hay unos problemas incluso más graves por las consecuencias que están teniendo. El tema Sirio, el norcoreano, el de Irak, de la violencia en algunos países africanos, hace que Venezuela no sea la prioridad para muchos estados, lo que si pensamos es que el proceso tiene que darse es para la exigencia que se abra un canal humanitario, que permita el ingreso de medicinas, el ingreso de alimentos, de los insumos básicos, para que la población pueda ser atendida y tratada en enfermedades que están surgiendo.
Algunos tienen la expectativa de que pudiera darse una intervención de otro tipo, y actores que han hablado sobre ello, por ejemplo el senador Marco Rubio, han dicho que no se puede interpretar de una forma literal ese punto, y que más bien hay que tratar de recurrir a otro tipo de acciones y presiones.
– Antonio Ledezma dice que se puede dar paso a un gobierno de transición en el extranjero ¿es posible?
– No es factible en estos momentos, el mundo ha evolucionado, ya los gobiernos como pudo ser el de la República española, una vez se instaló la macabra dictadura de Francisco Franco, ya no tienen la capacidad real ni lo que aspiran. Yo no diría que la solución es un gobierno en el exilio, porque un gobierno en el exilio difícilmente tenga el reconocimiento que se quiere, y no tiene ningún tipo de aplicabilidad ni de capacidad de ejecutar ninguna decisión, va a quedar algo simbólico, va a resquebrajar la unidad que se está tratando de volver a colocar, va a abrir heridas, va a generar sentimientos de discordia.
– ¿Acciones de otros países pueden llevar a la salida de Maduro?
– No es que las acciones de la comunidad internacional vayan a provocar un desenlace en la situación venezolana, es una variable más que se da, pero tienen que ser acciones enmarcadas en el respeto y dadas en el marco de la inteligencia. Circulan respetables opiniones de jefes de Estado y de gobierno de varios países que dicen que hay que aupar la salida de Venezuela de algunos organismos multilaterales, como la Organización de Estados Americanos, particularmente no estoy de acuerdo, creo más bien que esos organismos tienen que discutir la temática de Venezuela. Las acciones y sanciones de la comunidad internacional deberían enfocarse en las sanciones de carácter personalísimo, ya elementos como el bloqueo y el embargo cubano resultaron siendo ineficientes.
El bloqueo a Cuba le servició a la dictadura de los Castro para decir que había hambre por el bloqueo, entonces las personas asumían que el bloqueo era el culpable de que ellos tuvieran que recurrir a una perversa libreta de racionamiento, y que la culpa no era del desastre económico y de ideología absurda que aplicaba la familia Castro. En Cuba no había luz y decían que era culpa del bloqueo, nadie se detenía a observar que era que la inversión en materia eléctrica era mínima. Decían que en Cuba las personas se morían de enfermedades que reaparecían por culpa del bloqueo, y no se daban cuenta que la política sanitaria del régimen era totalmente arcaica, entonces ese tipo de mecanismos demuestran no tener ningún tipo de factibilidad. Lo que tiene factibilidad son las acciones personales, lo que ocurrió en Ucrania, donde el presidente ucraniano y un grupo de sus ministros recibieron sanciones de la Unión Europea, impidiéndoseles el movimiento de cuentas, congelándoles las propiedad, impidiéndoles viajar, y eso termina siendo más favorable, porque presiona a los funcionarios a que se dé un diálogo sincero, no un diálogo como el que está ofreciendo el gobierno últimamente, y se den los mecanismos para que se puedan tender los puentes a una transición democrática.
Experiencias en el mundo las hay, de gobiernos que han sido aislados y entonces terminan sumidos en una etapa de las que no pueden ejercer ningún tipo de actividad comercial, de actividad protocolar.
Texto publicado en Los Andes Semanario del Táchira edición 114